Ortega Cano en su casa
Ortega Cano en su casa - Belén Díaz

José Ortega Cano: «Tras la muerte de Víctor Barrio no fui capaz de torear ni de salón»

El torero vuelve a vestirse de luces en la Plaza de Benidorm

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Esta tarde el torero José Ortega Cano (62 años) volverá a vestirse de luces para regresar a los ruedos de la mano de Morante de la Puebla y José María Manzanares. Irá de coral y oro, con un vestido nuevo de su sastre que ya ha arrancado las lágrimas de su hija, Gloria Camila. La cita es en la plaza de Benidorm que el propio Ortega gestiona. Asegura que, pase lo que pase, su vuelta será «para una sola tarde». Lleva meses entrenando y poniéndose a punto para este día y hoy lo único que lamenta es que no haya durado más tiempo la ilusión que siente. Para muchos se trata de una locura, para el diestro es el sentido de su vida.

- ¿Qué necesidad tiene de volver a los ruedos?

Hace nueve años que no lo hago y la respuesta es que mi cuerpo me lo pide. Tengo necesidad de vestirme de luces un día, ya que no habrá más tardes. Sé que voy a estar muy bien, ése es mi ánimo, y ojalá el toro embista. Me siento feliz de esta decisión. Ha sido como volver a mi juventud

—Hablamos de motivos emocionales más que económicos. Pero tampoco tiene ya nada que demostrar

—Hay muchos jóvenes aficionados que no me han visto nunca torear por una cuestión de edad y ahora podrán tener imágenes de esa tarde. Es un rejuvenecimiento interior y exterior. Los toreros nunca se retiran del todo. Como Antonio Ordóñez, que lo dejó cuando su cuerpo ya no podía más. También Antoñete o Domingo Ortega han toreado hasta muy tarde. Todavía puedo hacer cosas bonitas en el ruedo.

- Además, su hijo pequeño también podrá verle

—Mis tres hijos. Mi hija Gloria se ha puesto a llorar cuando le he mandado la foto del traje de luces.

—Usted tiene el cuerpo cosido a cicatrices y lleno de tornillos.¿Los médicos ven con buenos ojos que se arriesgue delante de un toro?

—Mi primera consulta tras tomar la decisión fue con el médico, ya que yo tomo Sintrón (un anticoagulante) desde hace años. Por suerte me han desaparecido las arritmias y por eso me han dado permiso avisándome que deje la medicación tres días antes.

—¿Y el miedo?

—Todos los toreros sentimos miedo. Tanto por mí como por mi gente. Lo que pasa es que nunca crees que te va a pasar nada malo. El verdadero valor es superar el miedo.

—¿Su pareja, Ana María Aldón, está conforme?

—Al principio me dijo que estaba loco pero ahora me apoya. Irá a la plaza a verme.

—Ha vivido experiencias muy amargas, como el accidente de tráfico que costó la vida a una persona, o su paso por prisión… ¿Qué se aprende de eso?

—De todo se aprende. Hay que tenerlo todo en la cabeza y no olvidar nada. Hoy estoy en un momento muy bueno de la vida que pienso es un regalo de Dios porque no me lo esperaba. Como torero he tenido la suerte a mi lado y eso significa que me queda alguna página más por escribir.

Ortega Cano disfrutando de su tiempo libre
Ortega Cano disfrutando de su tiempo libre - Belén Díaz

—¿Cómo se vive con la muerte tan cerca?

—Te hace ser una persona fuerte pero siempre usando la cabeza en todo lo que haces. No soy de estar tumbado, ni siquiera en una playa, y eso consigue que esté en forma. Ahora he adelgazado cerca de diez kilos y me encuentro muy bien. Duermo 6 o 7 horas, hago deporte, trabajo…

-¿Ha vuelto a beber?

—Nada. No puedo ni tan siquiera mojarme los labios en nada que tenga alcohol. Ahí sí que me moriría porque me da una reacción muy mala al cuerpo.

- Además de volver a torear, lo hace con los dos triunfadores de la temporada. ¿No pone el listón muy alto?

Tengo mis motivos. Nos reconocemos en la forma de sentir el toreo y es verdad que con Morante he toreado más. Con Manzanares también la relación es muy estrecha, piensa que su padre era como un hermano para mí y cuando me enteré de su muerte estando en la cárcel lloré mucho. Teníamos la misma edad y éramos muy amigos. Poco antes de entrar en prisión nos vimos en un cumpleaños en Jerez y de ahí nos fuimos a la finca. Recuerdo que comimos y hasta toreamos cada uno una vaca sin nadie más que nosotros dos. Nos despedimos y nunca más nos vimos.

- ¿Se imagina que esta tarde triunfa por todo lo alto y quiere repetir?

Sería estupendo que pasara pero no voy a torear más. Tal vez el año que viene, si me encuentro bien, haría otra

- Se encarga de la gestión de esa plaza y de la de El Puerto. Acaba de vender su finca. ¿Cómo se organiza fuera de los ruedos?

Siempre estoy muy ocupado. Paso mucho tiempo con mi hijo pequeño ya que con los otros no pude. Ahora intento estar todas las noches a su lado e incluso dormirme con él.

- ¿Quiere más hijos?

Me encantaría, pero Ana no está por la labor. Se encuentra feliz estudiando Diseño de Moda y como no la coja en un descuido…

- ¿Qué cornadas duelen más?

La vida da muchas. Todos a lo largo de la vida vivimos duros percances, muchas veces por nuestra culpa. Nadie sabe lo que puede pasar dentro de un rato. Por eso cuando uno es feliz hay que sacarlo al máximo.

- Un hombre muy respetado en el mundo del toro pero muy cuestionado en la prensa del corazón. ¿Le preocupa lo que digan de usted?

La vida me ha venido así y no me arrepiento de nada. Junto a Rocío he disfrutado muchísimo y desde que la conocí hasta el último día de su vida todo ha sido maravilloso. Antes de estar con ella ya salía en algún medio del corazón pero con nuestra boda el interés se disparó. Rocío no era capaz de ir a la plaza a verme. Lo que hacía mientras yo toreaba era darse una ducha muy larga. Decía que el agua le relajaba.

- ¿Habla mucho con sus hijos de su madre?

Les encanta que hablemos de ella y también con Ana, que es una gran aficionada de su arte.

- Gloria Camila ha demostrado tener una gran personalidad y no se corta un pelo a la hora de decir sus verdades.

Es una chica con muy buen fondo. Tiene la impronta de la juventud y carácter, algo que le falta a su hermano que es todo corazón con cualquiera que se le acerque. Gloria ya ha madurado y tras probar fortuna con un negocio que no ha funcionado tiene ganas de seguir luchando.

Ortega Cano en su casa
Ortega Cano en su casa - Belén Díaz

- También a usted le costó triunfar

Lo conseguí después de diez años de lucha en los ruedos, justo cuando ya me quería retirar para poner un puesto de fruta.

- No imaginaba que le iba a tocar hacer de padre y madre con sus hijos.

Hubiera dado mi vida porque Rocío hubiera podido estar más tiempo con nuestros hijos. Con ella todo habría sido diferente. Cuando estábamos los cuatro todo funcionaba bien.

- ¿Se imagina que su hijo pequeño salga torero?

No creo porque es muy listo y seguro que estudia algo con futuro. En el colegio nos dicen que es muy bueno e inteligente.

- Siempre dice que Ana María Aldón es una mujer trabajadora y sensata.

Es una luchadora que ha sacado su trabajo adelante haciendo labores de hombre, ya que tiene un negocio de fruta y se encargaba de todo. Estoy muy contento que se haya puesto a estudiar Diseño de Moda y eso está muy bien para el día de mañana. En la Universidad le han dicho que le auguran un gran futuro y están convencidos de que en un año la van a contratar de alguna firma importante.

- ¿Qué le gustaría que pensaran de usted?

Me gustaría que me recordaran como un torero honrado, a carta cabal, que me he dejado la vida en ello y que también he ayudado a todos los que he podido. Torear es mi verdad.

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