La ausencia de Meghan y Harry da a los Duques de Cambridge todo el protagonismo en Navidad

Los dos hijos mayores de Guillermo y Catalina acudieron por primera vez al servicio religioso en Sandringham, donde, además de a los Duques de Sussex, se echó de menos a Felipe de Edimburgo

Ivania Salazar

La realeza suele ser un entorno donde las tradiciones tienen un gran peso y la británica no es la excepción. La Reina Isabel II (93 años), con algunos de sus hijos, nietos y bisnietos, pasa las fiestas navideñas en la casa de campo de Sandringham , residencia privada de la monarca en Inglaterra, donde además celebran juntos la comida del día de Navidad tras asistir por la mañana al servicio religioso en la iglesia de Santa María Magdalena .

Ayer todas las miradas se posaron sobre todo en tres protagonistas: por un lado, el Príncipe Jorge (6 años) y la Princesa Carlota (4), hijos de los Duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, que asistieron por primera vez a la ceremonia mientras su pequeño hermano Luis (20 meses) se quedaba en casa por ser aún muy pequeño; y por otro, el Príncipe Andrés , que apareció por primera vez tras abandonar sus deberes públicos hace poco más de un mes debido a sus vínculos con el acusado de pedofilia Jeffrey Epstein y a una desastrosa entrevista que concedió a la BBC para hablar justo de ese tema y de la que salió muy mal parado.

El conocido como «hijo favorito» de la monarca mantuvo un perfil bajo: llegó acompañado por su hermano mayor, el Príncipe Carlos, a un servicio privado a las nueve de la mañana , mientras que el resto de la familia asistió al de las once. El año pasado Andrés había llegado a la misa junto a su madre.

Salvo Isabel II, que llegó en coche con Camila, Duquesa de Cornualles , los pequeños príncipes llegaron andando, muy sonrientes, junto a sus padres y el resto de la familia. Pero en ese famoso paseo, al que centenares de personas se acercan a mirar y saludar a los Windsor , también llamaron la atención destacadas ausencias, aunque ninguna fue una sorpresa.

Felipe de Edimburgo, marido de la reina y de 98 años, no asistió por causas de salud: ayer acababa de salir del hospital tras permanecer varios días ingresado por una «condición pre existente» y ser dado de alta justo a tiempo para la Nochebuena. Tampoco estuvieron presentes Meghan y Harry , ni por supuesto su bebé de 7 meses, Archie.

Hace unas semanas, los Duques de Sussex anunciaron que se tomarían un mes y medio de vacaciones para darse un respiro de la presión mediática que sufren. Así, cruzaron el Atlántico y han pasado las fiestas entre Estados Unidos , donde vive la madre de Meghan, y Canadá , muy lejos de los cotilleos y la persecución de los tabloides.

Un discurso revelador

La tradición es que tras la celebración del servicio religioso, en el que también se pudo ver a la Princesa Beatriz , hija de Andrés, junto a su prometido Edo Mapelli , la familia se sienta al completo a la mesa para compartir la comida del 25 de diciembre y luego ver juntos el discurso de la Reina, cuya puesta en escena también fue significativa: en las fotografías que decoraban la mesa, tenían un lugar destacado los Duques de Cambridge y sus hijos , además de Carlos y Camila, Felipe de Edimburgo y hasta el Rey Jorge VI, mientras que faltaban los Duques de Sussex. En su discurso, la monarca reconoció que el 2019 ha sido un año «movido», y señaló que «el camino no siempre es fácil» pero «pequeños pasos pueden crear una gran diferencia».

Y es que además de los conflictos internos entre los Windsor, el año ha estado marcado por el Brexit y el triunfo en las elecciones de Boris Johnson , pero con «fe y esperanza se pueden transformar divisiones profundamente arraigadas en armonía y comprensión», aseguró la Reina.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación