Asturias, esa segunda patria

El doctor Ortiz, un significativo cirujano ortopédico oncológico, lleva enamorado de España desde 1987. Vive en Madrid y quiere jubilarse en Llanes

El doctor Ortiz con su hijo Andrés en uno de los vistosos parajes de esta localidad montañesa, ideal para el senderismo E. O.

Eduardo Ortiz

Conozco España de toda la vida, incluso antes de que la pisara por primera vez en 1987. En Colombia, estudiamos con mucho cariño tanto la historia de Latinoamérica como la de España, a la que consideramos la madre patria . Y cuando vine a hacer la especialidad de traumatología aquí, recién terminada la carrera, me encontré un país mucho mejor de lo que me había imaginado. Me impresionó muchísimo, sobre todo la cultura y los museos. Ver un velázquez en persona en el Museo del Prado fue algo increíble. Yo vine exclusivamente a hacer la especialidad y pensaba regresar a mi país, donde mi padre es médico. Pero me enamoré de una española y me quedé aquí.

No fue una decisión fácil, porque después gané una de las tres becas mundiales que daban para ir a estudiar a Harvard, donde me superespecialicé en cirugía ortopédica oncológica, y me propusieron quedarme a trabajar en Estados Unidos. Era el año 1995 y ya tomé la decisión definitiva de quedarme en España, para establecerme aquí con mi mujer y mi familia. Era feliz en el Hospital La Paz , donde contamos con unos medios extraordinarios, y en Madrid, una ciudad que no cambiaría por ninguna.

Montaña y mar

Ahora bien, si hablamos de vacaciones, también tengo otro lugar predilecto. Por aquello de buscar el calor, la gente normalmente viaja al sur, pero para mí el norte es maravilloso. Es menos turístico, pero mucho más auténtico , sobre todo Asturias, donde todo es maravilloso (la gente, los paisajes, la gastronomía...). Es mi sitio favorito sin ninguna duda para vacaciones y cuando me jubile quiero ir a vivir allí. Me gustan mucho la montaña y el mar y voy siempre a la zona de Llanes.

Soy gran amante de los deportes al aire libre y, aparte del senderismo, allí descubrí el golf , en el campo de La Cuesta de Llanes. Es alucinante, si miras a un lado están los Picos de Europa y, al otro, el Cantábrico. Ahí empezamos a tomar clases toda la familia en 2008 con unos profesores geniales, claros y prácticos, y ahora disfrutamos de los veraneos todos juntos, pues es uno de los deportes más sociales que existen. También practico mucho running alrededor del pueblo, nos pasamos el verano en un entorno de lo más saludable. En cuanto a los deportes náuticos, hay unas playas espectaculares, como las de San Antolin, donde mis hijos aprendieron a hacer surf .

En cuanto a la gastronomía, qué puedo decir. Tengo restaurantes de culto (Casa de Mar o Cabañón, en Naves) y me encantan todos los productos del mar como los percebes o las gambas, que cuando los comes allí saben distintos. También adoro los quesos de Pría (el tres leches es el mejor) y, por supuesto, las fabes, que no faltan una vez a la semana. En todo el entorno hay unos pueblos preciosos (Pría, La Pesa, Naves, Pie de la Sierra o Ribadesella) y las excursiones (al Naranjo de Bulnes o al descenso del Sella) se recuerdan siempre. Para mí Asturias es recomendable al cien por cien.

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