Amores forjados en los pasillos del Congreso

Es la primera vez que una pareja, Pablo Iglesias e Irene Montero, se sienta en el Consejo de Ministros

Irene Montero y Pablo Iglesias, en una sesión del Parlamento Maya Balanya
Ana Mellado

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Los pasillos del Congreso generan tantos titulares como el propio hemiciclo. Donde realmente se palpa el clima político español y el estado personal de sus protagonistas es fuera. Conspiraciones, habladurías, pactos, miraditas y roces de todo tipo. Los que derivan en acalorados debates en los escaños y los que dan pie a unas cañas en el bar de enfrente y el consiguiente amorío .

El Gobierno que encabeza Pedro Sánchez llega cargado de amor. El vicepresidente Pablo Iglesias , de 41 años, y la ministra de Igualdad Irene Montero , de 31, juraron su cargo el pasado lunes e hicieron historia al convertirse en la primera pareja sentimental en liderar simultáneamente dos carteras ministeriales. Algo sin precedentes en la política europea. Junto a sus tres hijos ( Leo , Manuel y Aitana ) disfrutan de una apacible vida en Galapagar, respirando el aire puro y limpio de la sierra de Guadarrama. Esta relación sería impensable que se reprodujera al mismo nivel en una gran empresa. Sus códigos éticos prohíben que en sus departamentos trabajen dos cónyuges o parejas sentimentales debido a los conflictos de interés que ello puede generar. Hace apenas unos meses McDonald’s despidió a su consejero delegado Steve Easterbrook por mantener una relación sentimental con una compañera.

Doble vara

Preguntado por el periodista Vicente Vallés si veía alguna inconveniencia en el hecho de que haya una pareja en el Consejo de Ministros, Iglesias se mostró molesto y sulfurado. También algo corto de memoria al no querer acordarse de cuando en marzo de 2014 se sentaba en los platós a criticar a José María Aznar por «enchufar» a Ana Botella como alcaldesa de Madrid. «Es la que encarna ser «esposa de», «nombrada por, sin preparación», se despachó Iglesias.

Tampoco ha pasado desapercibido estos días el tándem amoroso formado por la presidenta del Congreso de los Diputados, la socialista Meritxell Batet (46 años) y el nuevo ministro de Justicia, Juan Carlos Campo Moreno (58).

La presidenta del Congreso de los Diputados mantiene un noviazgo estable con el nuevo ministro de Justicia EFE

Batet cuenta con un nutrido historial de conquistas en la arena política. No hay que olvidar que estuvo durante once años casada con José María Lassalle , el que fuera secretario de Estado de Cultura del PP. Tienen dos niñas gemelas, Adriana y Valeria . Sus caminos se cruzaron en 2005; ella era diputada y salió a defender una proposición de ley de su grupo citando a varios poetas catalanes. Y así encandiló a Lasalle que la felicitó por sus palabras. En cuestión de ocho meses, se juraban amor eterno.

Campo, natural de Osuna (Sevilla) es también divorciado y padre de dos hijas. El pasado verano se le vio junto a Batet cenando en algunos de los restaurantes más populares de Cádiz.

Otra pareja que genera titulares en los corrillos del Congreso , tanto por ser novedosa como por la presencia de una ex despechada, es la del portavoz de ERC en el Congreso Gabriel Rufián (37 años) y la jefa de prensa del PNV, Marta Pagola (37). Su historia de amor se remonta a finales del 2018 y como es lógico trataron de mantenerlo en secreto. Cuando la evidencia pesó más que sus intentos de discreción no les quedó más remedio que confesar. Ella se lo contó a su jefe Aitor Esteban antes de que los cotilleos de los pasillos de la Cámara Baja sonaran demasiado fuerte. Y cuando la noticia saltó a los medios, entró en escena la expareja de Rufián, Mireia Varela , madre de su hijo Biel , de 9 años. «Le supliqué mil perdones y deseé cada hora su vuelta. Centenares de noches en vela», escribió, hundida tras conocer la nueva relación de su ex. Gritó su desamor a los cuatro vientos en Instagram, donde le siguen 2.265 usuarios. Graduada en Lengua y Literatura Española, actualmente busca trabajo. Quizá, sus lágrimas recogidas por la prensa faciliten la tarea.

El diputado catalán inició a finales de 2018 una relación con la jefa de prensa del PNV.

Sin boda, por ahora

Marta Pagola es de Pamplona y se licenció en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Realizó prácticas en diversos medios, entre ellos la televisión pública vasca. Esta semana, sonaron campanas de boda para la nueva pareja. La noticia la lanzó «Lecturas» señalando incluso que se casarían en Fuenterrabía (Guipúzcoa). Pero Mireia puede respirar tranquila porque un día después del bombazo nupcial, fuentes cercanas a la pareja lo desmentían, según publicaba «El Correo». Quizá solo sea cuestión de tiempo.

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