Álvaro Soler en el programa «X Factor»
Álvaro Soler en el programa «X Factor» - ABC

Álvaro Soler, «el novio de italia»

Arrasó con dos canciones escuchadas a todas horas y hoy es juez del programa «X Factor». Los italianos lo aman porque es «bello, tiene empatía y es bravo»

CORRESPONSAL EN ROMA Actualizado: Guardar
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Todos locos por Álvaro Soler, hasta ser conocido en muchos medios como «el novio de Italia». El cantante y compositor catalán (San Cugat del Valles, Barcelona, 1991) hijo de padre alemán y madre española, ha constituido un fenómeno musical en Italia, arrasando durante los dos últimos veranos con dos canciones «El mismo sol» (2015) y «Sofia» (2016). «Amo a Italia. Es mi segunda casa», reitera siempre. Su éxito ha sido sorprendente, con entrevistas y reportajes en todos los medios, culminando con su selección como uno de los cuatro jueces de la actual edición italiana, la décima, de «X Factor», programa televisivo dedicado a la búsqueda de nuevas estrellas musicales.

No ha sido fácil el camino. «Era muy joven cuando tuvimos problemas económicos en mi familia.

Me gusta que mi camino en la vida haya sido una lucha constante», reconoce ahora. A los diez años se trasladó a Japón por motivos laborales del padre y a los 17 volvió a Barcelona, donde fundó con su hermano el grupo «Uban Lights», una mezcla de pop, electrónico e indio, que combinó con la carrera de ingeniería industrial.

En el 2014 se mudó a Berlin, donde grabó su primer disco al año siguiente. Con «El mismo sol» se le abren las puertas de la fama, sobre todo gracias a su dúo con Jennifer López, con 24.896.000 visualizaciones en Youtube. Y este verano fue un auténtico boom en Italia «Sofia», con video filmado en Cuba, logrando 6 discos de platino, una canción que se ha escuchado en todas partes.

Trabajo y paciencia

Sus gustos musicales son muy definidos, se advierte en su papel de juez en «X Factor» cuáles han sido sus artistas preferidos: Phil Collins, Elton John, Alejandro Sanz, Eros Ramazzotti, sin despreciar otros más alternativos como Mark Wilkinson o John Mayer. «Lo más importante que diría a un joven que da sus primeros pasos en la discografía es que hay que trabajar muy duro y tener paciencia, los resultados no siempre llegan de inmediato, aunque uno tenga talento y lo merezca. También para mi ha sido difícil. Al contrario de lo que muchos se creen, mi éxito con ‘El mismo sol’, no fue algo improvisado. Detrás había doce años de tocar el piano y un grupo musical con mi hermano». Es un buen consejo el de Soler, porque miles de jóvenes mantienen la ilusión de participar en el programa, donde emergen estrellas. Pero es un estrellato muy fugaz. Los concursantes que tienen éxito venden discos al inicio y luego, salvo muy contadas excepciones, desaparecen. Consciente de que para muchos jóvenes, casi todo acaba cuando las cámaras de la televisión se apagan, Soler salva a los concursantes que pueden tener un futuro partiendo de «la originalidad y la capacidad de emocionar solo con una voz, una guitarra y una historia». Esta es precisamente la clave de su éxito en Italia, amado además, según los críticos, porque «es bello, tiene empatía y es bravo».

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