El alivio de Paco Arévalo: «Lo he pasado muy mal»

Por si no fuera suficiente con lo que se está viviendo con esta emergencia sanitaria por el coronavirus y lo que ello implica, Francisco Rodríguez Iglesias , conocido artísticamente como Paco Aréval o (72 años), tuvo que ver cómo a su hija Nuria le diagnosticaban cáncer de mama. Así lo contó el propio humorista a través de su cuenta de Instagram. «Mi hija Nuria, mi tesoro, acaba de llegar de su sesión de quimioterapia. Como siempre, sonriendo, y me dice 'papá manda un beso a toda España de mi parte. Diles que son unos valientes y que los quiero mucho'. No puede ser más buena mi princesa», escribió junto a una imagen de ambos.

Esta semana, Arévalo concedía una entrevista con la revista «Semana» en la que aseguraba que su hija había superado la enfermedad y ya estaba curada. «Si, efectivamente así ha sido gracias a la intervención de la cirugía correcta y del mandato del Dr. Guillén de la quimio en su momento, las fases con la cantidad que tenían que ponerle, todo ha estado muy medido y muy bien», ha comenzado diciendo. «Ella lo ha llevado con una fortaleza increíble, creo que las mujeres tienen una fortaleza para estos temas. Lo ha llevado como una campeona total, se ha enfrentado con mucha valentía, lo ha asumido desde el primer momento, hemos ido a por él».

Además ha aprovechado la entrevista para agradecer la labor del personal sanitario. «La verdad es que los médicos han sido estupendos. Lo hemos pasado muy mal, con mucha incertidumbre porque cuando te enteras de una cosa de esta no sabes qué va a pasar». Pero la operación a la que se sometió la joven para extirpar el tumor tuvo tanto éxito que de momento parece que no va a necesitar radioterapia. «La quimio ya se la pusieron, yo pensaba que después le iban a poner un poco de radioterapia o algo pero nada, de momento nada. Está todo limpio y perfecto, sin ninguna secuela», ha informado.

El humorista ha querido mandar un mensaje esperanzador para todas aquellas mujeres que están pasando por una enfermedad similar a la de su hija. «Que tengan confianza que la mayoría de las veces se les gana, hay que hacerse las pruebas, es fundamental que se hagan las mamografías porque hay riesgo en las mujeres».

A partir de ahora, Arévalo va a disfrutar de la vida de forma mucho más intensa con Nuria. «La sonrisa que traía hoy mi hija y la alegría eso es lo que más vale para mí. Ella es un cambio de 180º, de estar triste, sin ganas de nada, a venir con una alegría, con ganas de todo. Esa pena que llevaba dentro, esa pequeñas dudas ya se le han ido al decírselo el médico y está eternamente agradecida a todos los médicos, súper contenta. Hoy es otra niña».