La «revuelta de los pantalones cortos» triunfa en Israel

La «revuelta de los pantalones cortos» toma las redes sociales en Israel y prepara una protesta a las puertas de la Knesset (Parlamento) para dentro de dos semanas. Estudiantes de institutos de todo el país reclaman los mismos derechos que los chicos a la hora de vestirse y en Facebook, bajo el lema «dar a las escuelas una lección de igualdad», denuncian que los profesores las envían de vuelta a casa si usan pantalones cortos. La movilización estudiantil ha llevado al Ministerio de Educación, en manos del ultranacionalista Naftali Benet, a mover ficha y suavizar la recomendación a los colegios sobre los códigos correctos de vestimenta para mujeres. A partir de ahora se promueve el uso de «una vestimenta apropiada» y se deja en manos de cada centro la decisión final sobre lo que considera «apropiado».

La polémica de la vestimenta femenina en los colegios no es nueva en Israel, pero gracias a las redes se ha convertido en un tema viral que se ha tratado hasta en la Knesset. La parlamentaria laborista Michal Biran fue la que pidió expresamente al Ministerio de Educación «la cancelación de una norma que solo perpetúa el estigma de que la mujer es un objetivo y debe avergonzarse de su cuerpo bajo el falso pretexto de la modestia y la protección de su dignidad. Esta es una retórica propia de Irán, no del sistema educativo del Israel de 2015». Sus palabras ante la cámara han surgido efecto.

¿Qué es respetable?

El diario «The Jerusalem Post» recoge el testimonio de la joven Eliya Wiseman, de 15 años, que desafió la norma de vestimenta y recibió la bronca de su director, que le dijo que «hay que diferenciar entre chicas y chicos, y lo que es respetable para ellos no lo es para vosotras». En su centro las chicas pueden llevar pantalones hasta las rodillas, no más arriba. El sistema educativo en Israel está dividido entre religiosos y laicos, una segregación que busca evitar las ofensas a los primeros.

El rabino Uri Ayalon asegura que el judaísmo «no tiene un código de vestimenta concreto para mujeres, tan solo recomienda vestir con modestia, pero el problema está en la interpretación moderna que se hace de la modestia. Para algunos consiste en no mostrar el pelo, las piernas… depende de la interpretación». El religioso considera que el problema surgido esta semana en los institutos «responde más a un tema social que religioso; cada director de colegio decide lo que le parece modesto a la hora de vestir, siempre con el objetivo de salvaguardar el honor de las estudiantes».

La revuelta en las aulas y redes sociales se produjo al mismo tiempo que Jerusalén era escenario del «Slutwalk» (la marcha de las zorras). Esta iniciativa nacida en Canadá en 2011, cuando un policía declaró que «la mejor manera de prevenir las violaciones es evitar que las mujeres se vistan como zorras», se celebra en diferentes puntos del planeta y por cuarto año consecutivo recorre las calles de una ciudad de Israel. Al menos 400 mujeres y hombres, según los organizadores, marcharon por la céntrica calle Jaffa de la Ciudad Santa para denunciar la violencia sexual contra las mujeres en el país.