Kim Kardashian: «Tras mi divorcio, tuve que perseguir a Kanye West»

Quien algo quiere, algo le cuesta. En el caso de Kim Kardashian y Kanye West, su vida de ensueño les ha costado casi una década de idas y venidas. Así lo confesó la socialité en una entrevista en Access Hollywood, conde aseguró que fue ella quien dio el primer paso hacia la felicidad con el rapero.

Todo empezó en 2012. «Tras divorciarme de Kris Humphries, pensé que Kanye me llamaría. No fue así, y después de seis meses soltera pensé que ya era hora, cogí el teléfono y le llamé yo», reveló Kim. «Le dije "hola, pensé que ibas a llamarme para decirme que me habías avisado de que no iba a funcionar"».

Fue entonces cuando el rapero decidió llevarse a Kim a la Semana de la Moda de París.

«Y allí ocurrió la magia», aseguró la estrella. Una magia que ha terminado en boda y bebé. Ya se sabe, París es la ciudad del amor.

Jugando al gato y al ratón

En realidad, Kim Kardashian y Kanye West habían sentido esas mariposas en el estómago mucho antes. El rapero aseguró en una ocasión que se enamoró de «las piernas morenas que iban al lado de Paris Hilton» en el año 2006. Poco tiempo después, trabajaron en un proyecto juntos y Kim notó la primera chispa. «Ambos teníamos pareja así que pensamos que era mejor mantener la distancia», dijo la hijastra de Bruce Jenner.

Comenzó así una persecuición al más puro estilo «gato y ratón», en la que cuando uno rompía, el otro esta comprometido y viceversa. Kanye estuvo compremitodo con la diseñora Alexis Phifer, pero cuando rompieron Kim había comenzado su relación con el deportista Reggie Bush. Así que Kanye se lanzó a Amber Rose, por lo que cuando Kim terminó su relación el rapero ya estaba pillado.

«Al final era cuestión de tiempo que coincidiéramos», comentó Kim. «Al principio tuve miedo de meter la pata al comenzar una relación tan seguida a mi matrimonio, pero mi corazón me dijo que me olvidara de todo y que disfrutara de lo que había esperando siempre», aseguró.