El diestro en el Club Allard de Madrid
El diestro en el Club Allard de Madrid - abc

Enrique Ponce: «Si toreara por dinero, ya no tendría ilusión»

Recién llegado de México, presenta su página web y asegura que «a la vida sólo le pido salud»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En la mañana de ayer Enrique Ponce aterrizaba en Madrid, junto a su mujer, Paloma Cuevas, y a su hija Palomita en vuelo procedente de México. Además de triunfar en los ruedos del país azteca y salir por la puerta grande, el diestro aprovechó su estancia para visitar uno de los colegios que se han construido con los beneficios del festival Starlite. Muy impresionado por la experiencia, Ponce me confiesa que se había quedado con ganas de visitar los otro nueve centros abiertos, donde acuden cerca de un millar de niños. «Mi hija nos acompañó en la visita a ese colegio, en Acapulco. Estaba muy impresionada», cuenta. Además, han ayudado con una beca a tres adolescentes mexicanos para que puedan continuar sus estudios en España.

Tras el aterrizaje, Ponce dejó a su familia en casa y se cambió de ropa para aparecer radiante en el Club Allard, donde se celebró un cóctel con motivo de su 25 aniversario como torero. Junto a su suegro, Victoriano Valencia, anunció la apertura de una página web con su nombre y una cita en la plaza de Nimes, el próximo 24 de mayo, donde también le rendirán homenaje. Sobre su posible retirada, reconoce que «ya he tenido dos avisos en casa (por sus dos hijas) y la verdad que ya va siendo momento de planteárselo, pero cuando uno está en activo, no puede pensar en eso».

Feliz con sus dos niñas (Paloma y Bianca) y con su mujer, con la que lleva 18 años de matrimonio, asegura que tener un hijo varón no es algo que le preocupe. «A la vida sólo le pido salud», reconoce. Tiene motivos. La repentina muerte de su cuñado fue un golpe del que aún no se han recuperado. «Para mis suegros y para Paloma esa pérdida nunca se supera. Tienes que convivir para siempre con esa situación, aunque dicen que si no dejas de pensar en los que se han ido, en cierta manera siguen vivos a tu lado», cuenta. Seguramente por esa pérdida han puesto en marcha el proyecto de una vivienda que se van a construir en La Finca de Pozuelo, donde tendrán muy cerca a sus suegros.

«Me siento muy querido»

De su vida como torero reconoce que los mejores momentos han sido los triunfos en las plazas de primera; y lo más duro, las cornadas sufridas, como la que padeció en León años atrás y que casi le cuesta la vida. Ponce sabe que en México le quieren tanto o más que en España: «Allí son muy pasionales en todo y por eso lo demuestran más, pero me siento muy querido en mi país». Al final, aclara por qué sigue en activo. «Hay quien no entienda que aún tenga esta ilusión por torear, pero es lo que siento y lo que soy. Si tuviera que torear por dinero, seguramente no tendría esta ilusión».

Ver los comentarios