Rolls Royce cambia el cuero por la seda

Las nuevas tapicerías bordadas con la flor del cerezo están inspiradas en la tradición oriental

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«Si no existe, hay que diseñarlo», dijo Henry Royce, creador de la marca que se ha convertido en el símbolo del lujo por excelencia. Siguiendo esta máxima, el equipo de diseño de Rolls Royce recorrió miles de kilómetros para satisfacer los gustos de sus clientes orientales. Los tranquilos jardines de Japón, la Ruta de la Seda o los suntuosos trajes de las familias imperiales de China son algunos de los elementos que forman parte del «Phantom Serenity», un modelo casi único que, sin duda, atraerá a los nuevos millonarios asiáticos.

Casi seiscientas horas de trabajo artesanal se emplearon para elaborar los paneles del techo del «Serenity», además de un largo proceso de búsqueda en las fuentes del bordado de seda que llevó a los diseñadores hasta Suzhou, una ciudad china a orillas del río Yangtze cuyos artesanos son conocidos por una técnica meticulosa, el Su Xiu, que se remonta a dos mil años atrás. Allí adquirieron y tiñeron los hilos de seda para conseguir el color smoked green, verde ahumado.

Después, los hilos se tejieron en Essex(Inglaterra), donde se emplearon dos días y dos horas para conseguir un metro de tela -de los diez que se necesitan por vehículo- y, finalmente, el tejido se trasladó a Londres para bordar las ramas de cerezo de color cobrizo, las flores blancas y pintar, pétalo a pétalo, las de color carmesí.

El color más caro

Además, en su interior se han utilizado dos tipos de madera, el cerezo y el bambú, de gran simbolismo en Oriente y, para los detalles finales en el interior de las puertas o en otros accesorios del panel delantero, se aplicaron toques de nácar. El color del exterior, mother of pearl le llaman, es el más caro de los utilizados por Rolls Royce hasta la fecha.

La paz que se respira en el interior del «Serenity» recuerda, según Cherica Haye, una de sus diseñadoras, a «la tradición oriental, en la que los emperadores se retiraban a sus jardines privados para reflexionar en soledad bajo los cerezos en flor».

El «Serenity» se une a otros de los modelos lanzados con la vista puesta en Asia. Así sucedió con el «Majestic Horse Ghost», un éxito de ventas el pasado año entre los compradores orientales de dentro y fuera del continente, ya que celebraba el Año del Caballo de Madera en el horóscopo chino; y el «Maharaja Phantom Drophead Coupé», un descapotable inspirado en la edad de oro de los rajás y príncipes de la India, con tapicería de color crema y verde esmeralda y el pavo real, pájaro nacional de la India, como emblema.

Paul Harris, director de Asia Pacífico, explica a ABC que sus clientes «consideran a Rolls Royce como algo más que un coche; es una inversión, una obra de arte y una herencia que perdura durante generaciones. Es la mayor recompensa para su éxito».

Un consejo final, en caso de que usted disponga de unos cientos de miles de euros para darse el capricho de comprar un Rolls: cuando acuda al concesionario y le ofrezcan probar el vehículo, vaya directamente al asiento de atrás. Se supone que el placer de un Rolls Royce no reside en conducirlo, sino en experimentar la armonía de sus acabados con una copa de champán en la mano, mientras su atento chófer le observa discretamente por el retrovisor.

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