José Bono Jr.: «Antes la política me dejaba indiferente, hoy no me gusta nada»

A los ocho años conoció el mundo de las caballos tras ver a sus hermanas montar y desde ese instante no paró hasta conseguir que sus padres le apuntaran a clases. Lo que empezó como una afición se ha convertido en su vida y hoy, veinte años después, el hijo de José Bono y Ana Rodríguez, es el número 34 en el ránking de jinetes españoles y compite en los torneos cinco estrellas. «Mi mejor posición fue a principios de año, cuando alcancé el puesto 22», comenta. Durante unos días abandonó sus entrenamientos para participar en la Land Rover Discovery Challenge, que finalizó el martes con la victoria del equipo capitaneado por el doctor Ángel Martín a beneficio de la Fundación Amigo, que se queda con el Discovery valorado en 70.000 euros.

«Mi sorpresa fue cuando, al volver de Inglaterra donde estudié cuando tenía 16 años, me encontré con que mis padres estaban montando una instalación hípica a fin de abaratar los costes y prever que en un futuro pudiera vivir de esto. Yo no puedo estar mas contento con ellos, porque hicieron realidad el sueño de mi vida», asegura.

«No todos los jinetes son millonarios; ademas, ha cambiado la tendencia. Los caballos buenos cuestan mucho dinero. Yo vivo de dar clases y organizar competiciones hípicas en nuestra instalación, aunque a mí lo que realmente me gusta es competir y para tal fin decidí criar mis propios caballos. Tengo dos yeguas muy buenas, que mis padres compraron cuando era pequeño. Las he ido preñando año tras año y ya tengo mis caballos, algunos para competir y otros para vender. Esto tiene un coste, pero es mucho mas rentable que salir fuera a comprarlo», cuenta.

El único hijo varón de Bono reconoce que nunca ha tenido intereses en la política. «Hace años me podía dejar frío, ahora te puedo asegurar que no me gusta nada», confiesa. «Lógicamente mis padres hubieran preferido que tuviera un trabajo mas fácil, sobre todo al principio, ya que lo único que hacían era pagar y veían lo complicado que era todo. Así fue hasta que decidieron hacer la hípica que dirijo yo, aunque es de todos los hermanos. Con esto hemos podido sobrevivir a la crisis con mucho esfuerzo», asegura.