Gastronomía

Las mentiras de los bares de Cádiz

Si no quiere descubrir los secretos de alguna de las tapas más tramposas, no siga leyendo

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En Cádiz somos de exagerar o maquillar un poco la realidad. Y de porfiar, mucho. Por eso la Ruta del Tapeo 2015 dedicada a Don Quijote no podía estar más acertada al proponer a los hosteleros gaditanos que jueguen con las apariencias. «Trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es». Así se define el término ‘trampantojo’, muy utilizado en el vocabulario artístico pictórico, pero que además es, en sí mismo, un arte y la razón de la categoría ‘Parece pero no lo es’ de la Ruta del Tapeo 2015.

Han sido 15 de los 27 establecimientos participantes los que se han lanzado a engañar al cliente con buenas intenciones, a sorprenderlo.

Si usted prefiere descubrir por sí mismo en qué consisten algunas de estas tapas (si no se lo chafa el camarero antes de tiempo), no siga leyendo. No es un gran misterio, pero respetamos a quienes no quieran saber el final de la película.

Empecemos por una mentirijilla a medias de uno de los locales de tapas más frecuentados de la capital y con razón. La Tapería de Columela ofrece un brazo gitano, que todo el mundo identifica con un dulce de bizcocho enrollado relleno, habitualmente, de nata. En este caso encontramos un pastel de pan de molde relleno de una crema de pescado, cubierto con mahonesa. La presentación se asemeja a lo que su nombre nos quiere hacer creer, si bien utilizan crocanti, sirope y fresas en el emplatado. El mérito de ésta propuesta es ser sencilla, combinar bien los sabores (hablando claro, está buena) y responder al desafío del trampantojo sin grandes quebraderos de cabeza

En Patio de Plocia encontramos 'Danonenoes'. Se puede hacer una idea de por dónde van los tiros. Se agradece el esfuerzo en la presentación en tarro de cristal, con su etiqueta emulando a la de la marca de yogures. Es una ensalada tropical según nos dicen, aunque al probarlo es como un yogur de frutas líquido con muchos tropezones. Nos vamos a otro bar, aunque merece la pena pararse en La Tapería D'Cortes, muy cerca, y probar la tapa del Quijote, Ajo Blanco.

Para seguir con los juegos de dulce y salado, llegamos a Bar Ultramarinos El Cañón, que presenta una galleta de mar con chocolate. A primera vista, nos engañan. Han dibujado sobre la galleta el clásico diseño de 'María', con más o menos acierto, porque es muy complicado hacerlo a mano y galleta por galleta. Lo acompaña un pequeño cuenco con el supuesto chocolate, que nos mantiene en la duda de qué será hasta catarlo. El resultado de la autopsia es, efectivamente una galleta con sabor a pescado y una salsa de tinta de calamar. Original. Juzgue usted el resto.

Nos metemos con la cocina de vanguardia en Código de Barra, ubicado en la plaza de Candelaria. León Griffioen es todo un mago de las texturas y los acabados, como siempre demuestra en la ruta de la tapa de Cádiz.  Su trampantojo es, de todos los que hemos probado, el más efectista y espectacular. En él se ha utilizado la técnica del liofilizado. En un primer momento no lo parece, pero es comestible. La tapa '¿Cómo te has quedado…? De piedra', se presenta sobre un bloque de granito, que pesa lo suyo. Sobre él, tres 'piedras', con una apariencia muy similar al granito. Lo acompaña una salsa, que a los más avezados les dará una pista. En otros casos, como el mío, la curiosidad y la prisa por descubrirlo, nos anula la capacidad de discernir. Hay que comérselo, ya. Papas arrugadas con mojo picón.

Quedan muchos trampantojos por descubrir. Les insto a que prueben los que aquí aparecen, y el resto. Es un juego que divierte, y por el que todos los locales han realizado un trabajo de ingenio e imaginación, como lo hiciera Cervantes para dar vida al hidalgo Don Quijote de La Mancha.

Una última cosa. Si en algún momento éste le pareció un artículo sobre lo peor de algunas cocinas gaditanas, recuerde que en bastantes ocasiones, las apariencias engañan.

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