Los peligros ocultos del esmalte de uñas

A todo el mundo le gusta lucir una manicura perfecta. Llevar el esmalte desgastado o las uñas mordidas da una mala impresión que todos quieren evitar. Sin embargo, un reportaje sobre los abusos que se cometen en los salones de manicura de Nueva York ha puesto el foco sobre esta costumbre tan extendida en la Gran Manzana.

Los trabajadores de este tipo de negocios sufren no sólo los sueldos irrisorios que les pagan por pintar y esculpir las uñas de decenas de clientes, sino también los efectos nocivos de unos productos que contienen ingredientes tóxicos y potencialmente peligrosos. Y aunque los clientes también se exponen a ellos, son los trabajadores los que los sufren diariamente.

El investigador Jue Quach, del Instituto de Prevención del Cáncer de California, ha expuesto su investigación sobre estos productos, que pueden causar desde irritaciones en la piel y los ojos o reacciones alérgicas hasta problemas respiratorios, cáncer o problemas de salud reproductiva como el parto prematuro o bebés de tamaño insuficiente.

El «trío tóxico»

Las investigaciones de Quach demuestran que gran parte de los líquidos utilizados en la manicura continente ingredientes químicos que van desde compuestos cancerígenos a otros que perturban el sistema endocrino. Pero los más peligrosos, que en la investigación son bautizados como el «trío tóxico», son el tolueno, formaldehído y ftalato de dibutilo. Nombres desconocidos y hasta difíciles de pronunciar que aparecen en tratamientos de endurecimiento, disolventes o productos que dotan de flexibilidad de la uña.

El instituto californiano denuncia que muchos salones de belleza no tienen ventilación, lo que magnifica los efectos de estos componentes químicos. Por ello, piden que los consumidores pongan especial atención en los productos que utilizan para mantener su manicura perfecta, así como su colaboración para denunciar los locales que no son adecuados para este tipo de negocios.