La UPV concede la condición de emérito a Francisco Llera, el profesor que combatió la doctrina de ETA desde las aulas

El exdirector del Euskobarómetro fue vetado por su propio Departamento de Ciencias Políticas

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Francisco Llera ha logrado que la UPV/EHU le conceda la condición de profesor emérito, lo que le permitirá continuar con su labor docente. Una puerta que trataron de cerrarle sus propios «colegas» de Departamento por una «vendetta» política , según dijo el exdirector del Euskobarómetro, al que no le faltaron enemigos en determinados entornos de una universidad en la que fue señalado por alzar la voz contra las doctrinas de los violentos.

Según confirmó a este periódico el propio Llera, de 70 años, la dirección del centro le ha comunicado ya su condición de emérito , además de la de jubilado. Por el momento, añadió, desconoce los términos de su nuevo contrato.

Llera, al igual que el puñado de profesores que se reconocieron no nacionalistas en la etapa más sombría de la violencia etarra, aprendió a vivir bajo la amenaza de los radicales. Su nombre apareció entre los papeles de la banda terrorista, e incluso pudo llegar a ser «destinatario» en el 2000 de un paquete bomba que no llegó a estallar. El acoso y derribo de los intolerantes se encuentran entre los motivos de su «exilio» a la Universidad de Sevilla, de la que regresó tras el final de la actividad armada de ETA.

Tras 45 años de docencia, el pasado curso solicitó la condición de emérito para poder seguir ejerciendo otro lustro, pero fue vetado por su Departamento de Ciencias Políticas y de la Administración. Llera solo obtuvo de sus «colegas» un voto favorable. Dos lo rechazaron, y otros 12 se abstuvieron. En una entrevista en ABC atribuyó este hecho a las «inercias de un pasado sin resolver o mal resuelto». «Simplemente, los tipos como yo molestamos en su zona de confort», apuntó el profesor, que sin embargo reconoció su «sorpresa y decepción ante la noticia» .

«Sorpresa, porque el director me convenció de que era una cuestión de trámite. Decepción por la forma tan poco académica de sustanciar el asunto y el silencio de quien esperaba otra actitud más académica», reconoció en mayo.

Ante esta situación, y a pesar de su dilatada trayectoria, la rectora de la UPV/EHU, Nekane Balluerka , le comunicó que no podría cumplir su deseo de quedarse. Debía prevalecer el «respeto a la normativa y al los procedimientos», apuntó Llera, que recordó que para ser emérito se tiene que tener el apoyo de los compañeros del departamento.

Pero Llera no estaba solo. 201 profesores de todo el país remitieron una carta a Balluerka para que cediera en su posición de no concederle la condición de emérito. En su ayuda acudió también el Departamento de Historia Contemporánea , con Mikel Urquijo a la cabeza, que de forma unánime le apoyó para que siguiera ejerciendo en campus vizcaíno de Lejona.

«Gracias al rescate del Departamento de Historia Contemporánea, el Consejo de Gobierno me ha comunicado que soy profesor emérito», celebró ayer Llera, el hombre que ha logrado resucitar de la «muerte civil» .

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