Ni el bizcocho casero es más saludable porque esté hecho en casa ni se debe reducir la ingesta de lácteos, ya que forman parte de ese 35% de alimentos con un alto valor nutricional que deben tomar. Muchos padres no lo saben y tienen una percepción errónea de lo que es sano y de lo que no. Además, el etiquetado no les ayuda a despejar sus dudas porque muchas veces no se especifica qué cantidad de azúcar se ha añadido a un alimento. Esta confusión se traduce en más obesidad infantil. Los niños españoles consumen a diario el doble de azúcares añadidos de los que recomienda la OMS. Y más de la mitad de esa glucosa procede de alimentos con un bajo valor nutricional. En la lista negra no solo están los clásicos, como golosinas, bollería industrial o helados, hay otros como bebidas para deportistas o unas simples galletas que sólo deberían tomar de forma ocasional.-Redacción-
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