Una pancarta aparecida en Serranillos del Valle; a la derecha, el alcalde de la localidad, Iván Fernández
Una pancarta aparecida en Serranillos del Valle; a la derecha, el alcalde de la localidad, Iván Fernández - ABC

Así es el polémico alcalde de Serranillos del Valle: azote de la Policía y en brazos de Podemos

Iván Fernández, «famoso» por bajar un 35% el sueldo a sus agentes, duplicó el pasado viernes la tasa de alcohol permitida en un control de tráfico

Madrid Actualizado: Guardar
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Tras las elecciones municipales de 2015, las cartas cambiaron en el Ayuntamiento de Serranillos del Valle. Pese a que el PP sacó cinco escaños de los once que había en juego, la agrupación vecinal Transparencia y Democracia (TDS), con Iván Fernández a la cabeza, logró hacerse con el control. Para ello, resultó necesario un pacto con Cambiemos Serranillos (Podemos) y el voto favorable del único edil que el PSOE ostenta en la localidad.

Con este vuelco, el Gobierno quedó conformado por tres concejales de TDS, incluido el alcalde, y dos de cambiemos Serranillos. Por su parte, el PSOE se mantuvo en la oposición, mismo lugar al que pasaron los miembros del Grupo Popular. Iván Fernández aterrizó en el Consistorio con la promesa de gobernar de una manera diferente.

«Con transparencia absoluta para que todo el mundo sepa a dónde va su dinero», advirtió en reiteradas ocasiones.

Sin embargo, las sospechas vecinales no se hicieron esperar. Son varias las voces que consideran al regidor una persona «con ansia de poder», sin más propuestas que la de «imponer su ley». Carpintero de profesión, Fernández se instaló en el municipio a principios del nuevo siglo, pero no sería hasta su etapa como presidente del CDV Rayo Serranillos, más de 10 años después,cuando logró hacerse un nombre en el municipio.

Antes de aterrizar el líder de TDS en el Ayuntamiento, el nombre de Serranillos del Valle en la prensa estaba vinculado con el caso que recientemente ha obligado a la exalcaldesa popular, Olga Fernández, a dejar su acta tras ser condenada por un delito de malversación de caudales públicos; y con la Operación Púnica, en la época posterior de Antonio Sánchez Fernández (del partido independiente UDMA), a quien la Guardia Civil cazó in fraganti mientras trataba de eliminar diversos documentos sospechosos de estar relacionados con la investigación.

Después de dos períodos de sonadas turbulencias, las aguas se calmaron. Pero no por mucho tiempo. Año y medio después de iniciar su precepto, el Gobierno de Fernández aprobó una Relación de Puestos de Trabajo (RPT) que incluía una bajada del sueldo del 35% a sus diez policías locales, fijado hasta entonces en torno a 1.800 euros al mes.

La medida fue sacada adelante con los cinco votos favorables de Transparencia y Democracia (TDS) y Cambiemos Serranillos (Podemos), en un Pleno al que no asistieron los cinco concejales que el Grupo Popular mantiene en el municipio. Una ausencia, a la postre trascendental, pues el único edil que ostenta el PSOE votó en sentido negativo.

Aquella votación estuvo rodeada de polémica debido a que dos concejales del PP estaban citados judicialmente por la Audiencia Provincial de Madrid en la misma fecha y hora de convocatoria del Pleno, hecho que impedía su presencia. «Lo que han hecho es una sinvergonzonería», avisó entonces la oposición.

Fernández, impasible ante las críticas, justificó la decisión aludiendo a que no es normal que un policía raso cobre casi lo que el propio regidor de Serranillos del Valle. «Mi salario bruto al mes son 2.500 euros y el de un agente recién llegado es de 2.450», afirmaba a ABC, días antes de acometer el recorte. El pasado domingo más de 250 personas salieron a la calle para protestar contra lo que consideran «un atropello premeditado».

Cazado ebrio al volante

No obstante, este no ha sido el único percance desde que es alcalde. El pasado viernes duplicó la tasa de alcoholemia permitida tras ser interceptado su vehículo en un control de velocidad. Los agentes pararon el coche y procedieron a realizar el test a su conductor, que resultó ser el regidor de la localidad vecina. El resultado de la primera prueba fue de 0,68 miligramos de alcohol por litro, cifra que constituye delito penal. No obstante, en la segunda dio 0,57, incurriendo finalmente en una infracción de tráfico.

En la última semana, varias pancartas en contra de su gestión han inundado Serranillos del Valle. En ellas se pueden leer mensajes como «alcalde, mafioso y borracho», «el alcalde deja sin seguridad a todos los vecinos» o «policía en destrucción, responsable el alcalde y Podemos».

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