Palacio de los Borbones abrirá sus puertas tras siete años de restauración

Los salones ahora contarán con una «notable mejora de sus instalaciones y ornamentación original»

Madrid Actualizado: Guardar
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Los salones del Palacio de los Borbones, dentro del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, reabrirán este sábado sus puertas al público tras siete años de restauración. Como informa Patrimonio Nacional en una nota de prensa los salones ahora contarán con una «notable mejora de sus instalaciones y ornamentación original, para potenciar su enorme valor histórico y artístico, así como con nueva iluminación led que permitirá contemplarlos en todo su esplendor».

Estas reformadas instalaciones cuentan con una nueva visita en las que por primera vez se podrán ver todas las estancias del Palacio de forma libre y no guiada, acogiéndose a las tarifas generales sin coste adicional. Para visitar esta zona los visitantes podrán acceder una vez afectado el recorrido por el Palacio de los Austrias, dotando así a la visita de la necesaria lógica cronología que permita la compresión histórica de todo el edificio.

La visita al Palacio de los Borbones comienza por la escalera imperial creada por Juan de Villanueva, para recorrer primero toda la enfilada de los Cuartos Reales orientados hacia el llamado Patio de Coches, y que son los salones de mayor representación, como el Comedor de Gala, el Salón de Embajadores, el pequeño Oratorio de la Reina o el Salón Pompeyano y la Sala del Rey.

Continúa, tras el giro previo a la Antecámara, por la zona más privada del Palacio, atravesando del Salón de Música, junto al Oratorio del Rey, el Comedor Privado, el Dormitorio del Rey y el Cuarto de la Reina con su Tocador, su dormitorio y la hermosísima Sala de Costura.

Para terminar, se accede al Salón de Recepciones desde donde se sale nuevamente a la escalera de Villanueva, como fin del recorrido. Así, se enriquece notablemente la visita pública, con un total de 18 salones, de los cuales 6, -entre los que se encuentran algunas de las más bellas estancias del recinto palaciego-, no se podían visitar desde hace más de 5 años.

Las mejoras museográficas más relevantes que se han acometido han sido el cambio total de iluminación, con la instalación de luces Led que permiten una visualización más nítida de los impresionantes tapices que los decoran.

Se han incluido nuevas cartelas informativas y se han realizado labores de conservación preventiva en todas y cada una de las estancias, retirándose también de elementos museográficos innecesarios y obsoletos que interferían en la correcta apreciación de muchos de los objetos decorativos como relojes, porcelanas y cristales.

El Palacio de los Borbones de San Lorenzo de El Escorial es otro de los espacios del Real Monasterio de El Escorial que resulta de un gran interés histórico-artístico, por ser uno de los mejores ejemplos conservados de los grandes programas decorativos de carácter palaciego de la dinastía borbónica. Ocupa la planta primera de la zona oriental y norte del cuadrante nororiental del edificio, habiendo sido destinada desde época de Felipe II a los aposentos reales de los infantes.

En tiempos de Carlos III fue objeto de una seria readaptación para convertirlo en un nuevo palacio dieciochesco, con un sistema decorativo basado en la cubrición de sus paredes por tapices enmarcados con molduras de talla dorada, a juego con los zócalos inferiores.

Los entonces príncipes de Asturias, Carlos y María Luisa de Parma ocuparon esta zona del palacio, y cuando Carlos IV accedió al trono, decidió permanecer en ellas, para lo que fue necesario hacer diversos cambios en los elementos de entrada al palacio, que le fueron encargados al arquitecto real Juan de Villanueva, como fue la nueva ordenación de la fachada norte y la construcción de una nueva escalera, última obra del artista en El Escorial en 1793.

Durante su reinado se ornamentó el palacio de San Lorenzo con una espléndida colección de tapices, la mayoría de la Real Fábrica de Santa Bárbara, cuyos cartones fueron realizados por los principales pintores de corte del siglo XVIII, como Goya, Bayeu, Castillo o Aguirre.

A la rica decoración textil se une un conjunto de piezas de mobiliario -sillerías, canapés, banquetas, consolas, braseros- de los Talleres Reales, así como un buen numero de objetos decorativos como candelabros, arañas, relojes, jarrones de cristal y de porcelana. que hacen de este palacio uno de los que mejor conserva el sentido integral de su decoración dieciochesca. Desde Patrimonio Nacional se explica que esta mejora y reapertura se enmarca a modo de preámbulo dentro de las actividades programadas para la celebración en 2016 del tercer Centenario del nacimiento de Carlos III.

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