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La Mallorquina es una de las pastelerías más frecuentadas de todo el país - FOTO: BELÉN RODDRIGO/VÍDEO: SONIA SÁNCHEZ

La Mallorquina, la respostería más solicitada de toda España

La pastelería madrileña atiende cada día a miles de personas que prueban los famosos bollos y dulces del local. La napolitana de crema y la palmera de chocolate son dos de los productos más vendidos. El éxito radica en la buena relación calidad - precio

MADRID Actualizado: Guardar
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Un olor a bollería recién hecha llega a la Puerta del Sol junto a la esquina de la calle Mayor, procedente de La Mallorquina. Al acercarnos a los escaparates de esta pastelería su oferta de repostería se vuelve irresistible. Son muchos los que por allí pasan que casi sin darse cuenta acaban entrando en el local para probar alguno de los bollos, pasteles u otros dulces que nos hacen la boca agua desde la puerta. Las napolitanas de crema y las palmeras de chocolates así como las trufas, son los tres productos estrellas del local donde otra de las especialidades es la tarta de nata con fresas.

Debe su nombre al origen balear de uno de los socios fundadores, Juan Ripoll, quien junto a otros dos empresarios, Balaguer y Col, abrieron La Mallorquina en la calle de Jacometrezo.

En 1894 se trasladaron al local actual de la Puerta del Sol (con otra entrada por la calle Mayor) donde ya existía un café y un salón de té del señor Antonio Garín. Se ganaron la fama vendiendo muchos productos mallorquines como las ensaimadas y la sobrasada y en su interior se organizaban muchas tertulias.

En 1940 dos familias amigas, Quiroga y Gallo, compran el negocio que siguen dirigiendo y ya van por la tercera generación. El éxito de seguir siendo una de las pastelerías más famosas del país es “tener un producto excelente a muy buen precio”, afirma a ABC el gerente de La Mallorquina, Ricardo Quiroga. Cuentan con el obrador más céntrico de España, en la parte baja de la pastelería, donde llegan todos los días productos frescos. “No tenemos congelador, si sobra algo, que ni siempre ocurre, lo donamos a una institución de caridad”, aclara el propietario. Un obrador en el que trabajan 20 personas y está en funcionamiento desde las 6 de la mañana hasta las 20 horas para poder responder a toda la demanda del café/pastelería con horario de 8:30 a 21:15 horas. Cuando abren las puertas ya hay personas haciendo fila en la puerta.

Calidad del producto

Cada día pasan por el establecimiento miles de personas y se venden igualmente miles de bollos. Los dueños prefieren no hablar de números pero viendo el movimiento del local y el ritmo de fabricación de la repostería es evidente que se trata de una de las frecuentadas de España. “Si no hay calidad en el producto y personal eficaz esto no funciona”, insiste Quiroga. Trabajan en el negocio alrededor de 70 personas y hay algunos empleados que llevan décadas atendiendo detrás del mostrador.

Las violetas de La Mallorquina son muy famosas
Las violetas de La Mallorquina son muy famosas - B.RODRIGO

La Mallorquina es un local grande, con dos pisos. En el primero, una barra donde se sirven constantemente café y refrescos acompañados de dulce o salado (sobre todo las famosas medianoches) y otras dos zonas de mostradores, una para la bollería y pastelería y otra más dedicadas a chocolates, bombones y caramelos, entre ellos las famosas violetas de Madrid. Arriba está el salón con servicio de mesa. En cualquiera de las zonas el ir y venir de personas es constante. “Viene mucha gente del barrio, otros de fuera y muchos turistas”, afirma Quiroga y destaca que se encuentran con “personas cuyos padres y abuelos ya venían aquí y ahora vienen a merendar con sus hijos”. Entre los personajes más ilustres de La Mallorquina se encuentran Francisco Silvela y Ramiro Fernández Villaverde.

Es uno de los lugares donde más trufas se veden
Es uno de los lugares donde más trufas se veden - B.RODRIGO

En determinados momentos del año el ritmo intenso de trabajo que se vive en este local se vuelve frenético, como ocurre en días como hoy, Todos los Santos, o en San Isidro, en la Almudena o en Reyes. Los buñuelos y los huesos de santos son muy demandados. “Vendemos el kilo de buñuelos a 26 euros el kilo, un precio muy difícil de encontrar con la misma calidad”, destaca el gerente. El día 5 de enero es salón se cierra y se llena de roscones con el fin de poder atender a todos los pedidos para el día de Reyes. También en el puente de diciembre, que tantos turistas recibe Madrid, crecen mucho las ventas. Pero un día normal los bollos se venden igualmente sin cesar. Las napolitanas de crema, a 1,30 euros, el mismo precio que los croissants de mantequilla y las palmeras de chocolate, a 1,50 euros. El precio de las trufas, igualmente solicitadas, es de 1,80 euros. Continuamente llegan bandejas desde el obrador con el producto recién hecho.

En esta pastelería se siguen envolviendo todos los productos con doble papel y con cuerda. El primero es el llamado papel de baja presión para evitar que la grasa se traspase y el segundo, donde aparece el logotipo de La Mallorquina. Pequeños detalles que muestran el cuidado con el que toda la repostería es tratada en este local.

Ricardo Quiroga reconoce que el local muchas veces resulta pequeño para tantas personas que por allí pasan. Por eso no descartan abrir una segunda Mallorquina en otro lugar de Madrid.

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