La indignación de los padres: «¿Quién contrató a esta gente?»

Los asistentes relatan la macabra función: «Nos dimos cuenta rápido de que no era para niños»

Madrid Actualizado: Guardar
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No eran chanzas carnavalescas para niños, era apología del terrorismo y la violencia. El gigantesco matiz fue reconocido por los asistentes apenas se inició la obra, incrédulos ante el macabro espectáculo que contemplaban sus hijos, en su mayoría de entre 5 y 8 años. La sorpresa, sin embargo, se tornó automáticamente en indignación: «Es intolerable con tantos niños delante; ¿quién contrató a esta gente?», se preguntaban una pareja que había acudido con sus dos sobrinos.

Según los testigos de la sesión, muchos de los padres comenzaron a recriminar a voces lo que a cada segundo era más evidente. Otros, simplemente, cogieron de la mano a sus pequeños y se marcharon. La desbandada y los gritos de «sinvergüenza» surgieron cuando en el endeble escenario aparecieron «unos títeres con pinta de punky» que portaban cuchillos e iban acabando con los personajes, entre ellos una monja y un policía. «Rápido nos dimos cuenta de que no era para niños», explicaron dos madres.

La gota que colmó su paciencia fue el ahorcamiento de un juez. «Nos hemos quedado alucinados; y mientras los niños preguntando que por qué los mataban», añadieron. Presentada la función como «reivindicativa» por la compañía, se da la circunstancia de que los que sí podían comprender el significado de tal esperpento tampoco alcanzaban a contextualizarlo. «No sé muy bien a qué venía lo de ETA ni por qué mataban gente; lo comenté con otras mamás y ninguna lo entendimos», aseguraba otra de las presentes.

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