Antonio Ortiz, el presunto pederasta de Ciudad Lineal, en un momento del juicio
Antonio Ortiz, el presunto pederasta de Ciudad Lineal, en un momento del juicio - EFE
JUICIO

La fiscal afirma que las pruebas que culpan al pederasta de Ciudad Lineal son contundentes

Desmonta la estrategia de la defensa y asegura que el registro, la cadena de custodia y las ruedas de reconocimientos son válidas y se ajustan a la legalidad

MADRID Actualizado: Guardar
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Los vestigios biológicos hallados en el bautizado como «piso de los horrores» de Santa Virgilia y en las prendas de tres de las cuatro menores agredidas sexualmente por Antonio Ortiz, presunto pederasta de Ciudad Lineal, «acreditan y conducen a determinar su culpabilidad de manera contundente». Así lo ha manifestado Pilar González, la representante del Ministerio Fiscal, en el escrito de acusación final que ha formulado contra el procesado en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial. Los hechos juzgados se produjeron entre septiembre de 2013 y agosto de 2014.

En su minucioso relato de lo que considera hechos probados, que se ha prolongado por espacio de tres horas, ha subrayado la indefensión de las niñas, de entre 5 y 9 años, a las que abordaba mediante engaños cuando estaban solas y las sometía a su total merced.

La representante del Ministerio Público ha subrayado que, una vez que las menores descubrían el engaño, obedecían por miedo y por temer por su integridad.

González ha precisado que en las prendas de las tres últimas crías agredidas TP3, TP4 y TP5, se halló el perfil genético del encausado y de las víctimas. Además, en el piso de Santa Virgilia, donde llevó a dos de sus víctimas se encontraron rastros de pisadas de la menor TP3, restos de sangre y dos huellas palmares de la misma en la funda de plástico del colchón. En el mismo lugar hallaron esperma y haplotipos del cromosoma Y perteneciente a Ortiz.

Además, la fiscal ha asegurado que tanto el registro del «piso de los horrores» se ajustó a la legalidad, así como la cadena de custodia de las muestras, que no fueron contaminadas, y las ruedas de reconocimiento, cuestiones que trata de invalidar la defensa de Ortiz.

«No se sabe qué pastillas les dio»

Por otra parte, la representante del Ministerio Público no considera acreditada la naturaleza y composición de las pastillas que el encausado obligó a ingerir a dos de las víctimas, benzodiazepinas según los forenses y las acusaciones, ya que, de ser así, «se hubieran dormido y no habrían recordado con tanta precisión ni detalle».

Además de solicitar una pena de 77,8 años de prisión por cuatro delitos de retención ilegal y otros tantos de agresión sexual, uno de ellos agravado, ya que «puso en peligro de forma dolosa la vida de la víctima», en alusión a TP4, la menor de origen chino, le considera responsable de otro delito de lesiones. Por ello, solicita una indemnización de 426.300 euros a las pequeñas.

Por su parte, la defensa de TP3, en su escrito de conclusiones que elevó a definitivas, mantuvo la acusación a Ortiz por dos tentativas de homicidio sobre su defendida y TP4, debido a las pastillas que las obligó a ingerir, la edad y el escaso peso de las menores, lo que las puso en situación de riesgo vital. «Mi defendida vomitó tres veces, de lo contrario a saber qué habría pasado», manifestó el abogado José Antonio Tuero.

Consideró que no había dudas sobre la composición de las pastillas que le suminitró el procesado a las pequeñas, benzodiazepinas, cuya ingesta está acreditada. «No lo asegura cualquiera, sino alguien de prestigio como la perito forenseMaría del Mar Robledo». El letrado solicita un total de 126 años de cárcel por todas las víctimas y un indemnización de 690.000 euros.

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