Crimen del tendero chino en Vicálvaro: «Se veía venir, no paraban de robarle»
Le exigieron el dinero de la caja y la víctima, que no entendía bien el castellano, no se lo dio y le acuchillaron en el corazón
Los vecinos convocaron una protesta junto al negocio con carteles de «Basta ya» debido al aumento de los atracos
«¡ Le han matado! ¡Le han matado !», repetía una pareja aterrorizada. Eso escuchó José Luis cuando iba a entrar a comprar una coca-cola en una tienda de alimentación situada en Vicálvaro. Él se quedó de piedra mientras los jóvenes alertaron al 091.
El asesinato se produjo sobre las 23.30 horas en un establecimiento situado en el número 32 de la calle del Jardín de la Duquesa. No era la primera vez que atracaban a la víctima, de 69 años. Nació en China, pero en el barrio donde regentaba un negocio de alimentación junto su mujer desde hace un lustro, era conocidos como «Paco y Paca» o «Paquito y Paquita» .
Uno de los asaltantes le dio una cuchillada mortal en el corazón. Había entrado con otros tres. «Dame el dinero de la caja», le exigieron, según sus allegados. Paco, que no entendía muy bien el castellano, preguntó que qué querían varias veces. Los delincuentes, nerviosos, debieron pensar que se hacía el loco y no se lo iba a entregar. Hubo empujones, entonces salió su mujer y le apuñalaron. Ella, que era la que solía atender al público, simuló un desmayo para que no la agredieran.
«¡Corred»!» oyeron decir algunos a cuatro chicos que iban el rostro cubierto por sudaderas y camisetas. Ignoraban la suerte de Paquito . Los primeros en acudir al lugar fueron los agentes de la Policía Nacional quienes sacaron al herido hasta la calle para realizarle las maniobras de reanimación cardiopulmonar, dada la estrechez del local. Estaba en parada cardiorrespiratoria y fueron relevados por los sanitarios del Samur quienes, ante la sospecha de que le hubieran seccionado una arteria, le realizaron un masaje directo en el corazón sin éxito, indicó un portavoz de Emergencias Madrid.
El cuerpo quedó tendido en la acera hasta las 04.00 horas, cuando el juez de guardia ordenó el levantamiento del cadáver. Su mujer no podía hablar: estaba en shock y tuvo que ser atendida por psicólogos del Samur. La tienda quedó revuelta ; algunas estanterías amenazaban con venirse abajo y había productos por el suelo. El Grupo VI de Homicidios se ha hecho cargo del caso y busca a los autores del asesinato.
«Paquito, Vicálvaro no te olvida»
«Se veía venir. No paraban de robarle. Hace poco le quitaron los 700 euros que sacó del banco », decía José Luis. «Había puesto hasta cámaras de vigilancia, pero nada. ¡Qué pena!», decía Marco. «Tuvieron un pitbull para que les defendiera pero les multaron», decía Pepe. «Era majísimo y muy querido, como su mujer. Era el único que fiaba», coincidían sus clientes. «Cuántas veces le hemos visto salir corriendo porque se llevaban cosas sin pagar . Esta zona está a oscuras por las noches y enfrente no hay casas. Todo eso lo sabían los autores de sobra», recalcaban.
Indignados, los residentes decían que los robos habían aumentado mucho, sobre todo este último año. « Están a la orden del día: en comercios, en coches, con navajas a cualquiera,... Es terrible», se quejaban María y Alfonso. A las 19 horas, las asociaciones de vecinos convocaron una concentración multitudinaria en repulsa por el asesinato. El lema: «Vicálvaro, unido por la convivencia ».
La fachada de la tienda se llenó de flores, coronas y velas y memoria del fallecido. Acudieron no solo familiares y amigos del finado sino también su viuda, así como comerciantes chinos. Llenaron parte de la fachada con carteles de «Basta ya», en alusión al aumento de los robos. Y, en un cartel grande, una pancarta en la que se leía: «Paquito, Vicálvaro no te olvida»
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