Las 21 joyas que acaba de «proteger» la Comunidad de Madrid
En los últimos doce meses, la nómina de edificios y elementos declarados de interés cultural o patrimonial se ha incrementado: ya son más de 600
En los últimos doce meses, una veintena de pinturas, edificios y documentos se han sumado a la lista de bienes de interés cultural o patrimonial que protege la Comunidad de Madrid . La Dirección General de Patrimonio ha puesto en marcha, desde agosto del año pasado, 21 nuevo expedientes que han terminado con la declaración de protección para otros tantos elementos, que se suman así a la larga lista con que ya cuenta la región.
Concretamente, hasta la fecha son más de 600 los bienes de interés cultural o bienes patrimoniales que han alcanzado esta categoría. La nómina va creciendo en función de lo que cada Gobierno va considerando susceptible de engrosar esta lista.
Por ejemplo, se han sumado a ella edificios archiconocidos en la arquitectura madrileña, como la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid, una obra de Agustín Aguirre que data de 1932, y que se considera un hito en su estilo por su lenguaje racionalista y el vanguardismo de sus técnicas constructivas. Y además, un lugar donde impartieron clases algunos de los nombres más representativos de la intelectualidad española: Ortega y Gasset, Américo Castro, Claudio Sánchez Albornoz...
Pinturas
No es el único nuevo BIC de Madrid : también lo son ya el convento de las Clarisas Franciscanas de la Encarnación , de Valdemoro; la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora , de El Molar; la Iglesia de San Martín Obispo , en Valdilecha; o el Palacio de la Prensa , en la madrileña Gran Vía.
Pero no sólo son inmuebles los que han recibido este reconocimiento: también varias pinturas han sido elevadas a esta categoría. Algunas como el «Retrato de tres cuartos de Isabel de Valois, consorte del rey Felipe II de España», atribuída a Antonio Moro ; «el «Paisaje fantástico con tienda de pescadores», de Francesco Guardi ; o «David y la cabeza de Goliat», de José de Ribera , y el «Retrato del Conde Duque de Olivares», de Diego Velázquez ; «La crucifixión» de Martín Bernat; y el manuscrito «Atlas Portulano» realizado por el cartógrafo Joan Martínez en Messina.
Distintas categorías
Además de los BIC, también hay otros elementos que han sido calificados como Bien de Interés Patrimonial : las pinturas de Juan de Arellano «Cesto de flores sobre cornisas de piedra»; la «Naturaleza muerta», de Fernand Léger; o «Peras y uvas en un frutero», de Juan van der Hamen y León ; el «San Juan Bautista» del Monasterio de la Visitación de Santa María (Salesas); el «San Juan Evangelista» y la «María Magdalena», de Juan Antonio Frías y Escalante , en el convento de San Plácido de Madrid; o el «Watacher» de Lynn Chadwick .
La diferencia entre un Bien de Interés Cultural y otro de Interés Patrimonial radica en que los primeros son considerados de «valor excepcional», algo que se declara así expresamente. Pueden ser monumentos, jardines, sitios, conjuntos, zonas arqueológicas o lugares de interés. En Madrid, por ejemplo, es BIC una ciudad completa: Alcalá de Henares; un arroyo -el del Nacedero, en Boadilla del Monte-; y dos gasolineras -en la avenida de Aragón 388 y en Alberto Aguilera, 18-.
Por su parte, los bienes de Interés Patrimonial son los que carezcan de ese valor excepcional pero posean «una especial significación histórica o artística », lo que les hace dignos de esa calificación y de la protección que la acompaña. Las administraciones prevén incrementar el catálogo en los próximos meses.
Noticias relacionadas
