Vendían la droga como si fueran cosméticos

En bidones llegaban las sustancias que los dos detenidos importaban directamente desde China. Eran sustancias legales que porteriormente adulteraban para realizar drogas sintéticas. Las recibían en Madrid y Málaga pero su destino final era Valencia. Allí habían habían alquilado siete trasteros con documentación falsa. Los utilizaban como almacén y también como laboratorio. Como si fuera un plato de cocina... preparaban las drogas sintéticas y las comercializaban a otroa países europeros. Las enviaban en paquetes no muy grandes, entre 600 gramos y un kilo, siempre bajo la etiqueta de productos sintéticos o de belleza. De esta forma habrían conseguido introducir algo más de 5000 kilos en tres años. Los detenidos habían creado dos empresas con apariencia lícita para importar las sustancias.