Leonor cumple 10 años

Nada más nacer, provocó una rueda de prensa. "Es lo más bonito que a le puede ocurrir a alguien en la vida", decía su padre a la vez que anunciaba que su nombre era Leonor. "Una niña muy tranquila", añadía su madre al abandonar la clínica. Tanto que no lloró ni el día de su bautizo. Mucho más traviesa se portó en el de su hermana Sofía. Descalza de un pie, aquí ven a la Princesa de Viana, de Gerona, duquesa de Montblanc, condesa de Cervera, Señora de Balaguer, princesa de Asturias y, sí, como cualquier crío en brazos, amante de los micrófonos, a los que, junto a las cámaras, ha tenido que acostumbrarse -ya no como cualquier niña de su edad- desde muy pequeña. La hemos acompañado en su primer día de guardería, en su primer día de colegio, en sus primeras pedaladas, en su primera comunión. Y en su primera recepción oficial. Nada menos que a la campeona del mundo. Para repetir tras la Eurocopa. Ella ha asistido a los acontecimientos históricos más relevantes de los últimos años en España. Con su abuelo el día de la abdicación. Con su padre, cuando fue proclamado rey. Para entonces, la ya heredera al trono, ha pasado a ser una niña más formal, como consciente de su papel, en cada acto solemne. Aunque en la intimidad, no deja de ser lo que es, una niña, felicidades, de diez años.