María José Cantudo, protagonista del primer desnudo integral en España en 1976
María José Cantudo, protagonista del primer desnudo integral en España en 1976 - EFE
DESTAPE

Ana Belén fue la primera

En países vecinos nos llevaban ventaja en lo de enseñar carne, pero España se pondría al día enseguida

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

De 1974 es el primer pecho desnudo en el cine español (Ana Belén en «El amor del capitán Brando»). De 1976, el primer desnudo integral (femenino, claro). El de María José Cantudo en «La trastienda». Una vez abierta la espita vinieron las aperturas y el cine del destape, cuya etapa fundamental, pese a los precursores, se puede datar de 1978 a 1983. Un fenómeno cinematográfico propio de la Transición cuya principal causa es la desaparición de la censura franquista (el 11 de noviembre de 1977 se publicó un decreto ley donde se certificaba su desaparición formal). La corriente más común fue la comedia inspirada en las películas italianas. En las de Álvaro Vitali. De ese palo eran «Los bingueros», «El liguero mágico», «Pepito piscinas» o «Agítese antes de usarse».

Por supuesto, el destape también llegó a las revistas. En el número 2 de «Interviú» (septiembre de 1976) salía Marisol «joven y desnuda» en un reportaje fotográfico de César Lucas. En el número 200 (13 de marzo de 1980), Carmen Sevilla enseñaba el pecho. «Carmen en todo su esplendor». Era una foto antigua.

Volviendo al cine, de 1973 era «Lo verde empieza en los Pirineos», con Nadiuska y José Luis López Vázquez. En «El chulo» (1973), de Pedro Lazaga, se había atisbado el pecho de Bárbara Rey. «El último tango en París» (1972) se veía en Perpiñán y también «Emmanuelle» (1974). De pronto, los espectadores de «El amor del capitán Brando», de Jaime de Armiñán, quedaron sorprendidos por el pecho de Ana Belén frente al espejo. Pero habría que detenerse en «Lo verde empieza en los Pirineos», delirante película de Vicente Escrivá donde varios españolitos deciden ir a Biarritz a ver películas y mujeres. José Luis López Vázquez a todas las chicas guapas las ve con barba. Sus amigos quieren poner remedio a eso y proponen el viaje a Francia donde se supone que pueden dar rienda suelta a su reprimida lujuria. Los españolitos discuten sobre si ir a ver «Ella, yo y el otro», «Inga» o «La gran comilona» (no entran a esta porque les dicen que trata de la decadencia de Occidente). Ven cinco veces «El último tango…» y se duermen en «La naranja mecánica». Esa gente y la que no viajaba a Francia es la que se sorprende cuando ve a Ana Belén, a quien espiaban sus alumnos, deseosos de ver cacho. Jaime de Armiñán recordaba haber tenido más problemas con la censura por los aspectos políticos de la película que por el desnudo.

Una vez abierta la espita vinieron las aperturas y el cine del destape, cuya etapa fundamental, pese a los precursores, se puede datar de 1978 a 1983

El de María José Cantudo en «La trastienda» (1975), drama de Jorge Grau con un médico del Opus, su mujer y una enfermera, fue el primer desnudo integral de nuestro cine. El Ministerio de Información y Turismo había suavizado la prohibición de la desnudez permitiéndola «según las necesidades» del director. «Yo era una cría, no sabía que eso había que arreglarlo», dice ahora Cantudo de su felpudo. Cinco años después, Virginia Mataix competía con el suyo en «La mano negra». Pero eso es otro artículo.

Ver los comentarios