Última oportunidad perdida

Las primarias que convocará este fin de semana la dirección del PSdeG eran la última oportunidad de este partido para enderezar el rumbo antes de las próximas elecciones autonómicas. Pero probablemente sean una oportunidad perdida más y se queden en una simple pantomima, abocando al socialismo gallego a ser en el futuro próximo poco más que una mera comparsa de las Mareas.

Ferraz ya ha decidido. No van a dejar caer a uno de los pocos barones fieles a Pedro Sánchez. El pacto con Ciudadanos demuestra que están dispuestos a pagar cualquier precio con tal de salvar la cabeza de José Ramón Gómez Besteiro. Incluso evidenciar sin rubor alguno que carecen de la más mínima coherencia. Resulta realmente desternillante ver cómo pretender dar lecciones de regeneración a diestro y siniestro mientras despejan el camino para que su candidato en Galicia sea un político investigado por cuatro delitos de corrupción urbanística.

Y va a ser también todo un espectáculo escuchar como explican por qué si hace unos meses su situación judicial le impedía ser senador ahora puede, sin que nada haya cambiado, aspirar a la Presidencia de la Xunta. Solo alguien con unos principios tan flexibles como Sánchez podría intentarlo.

En realidad, no es mala apuesta para lo que es actualmente el PSOE. Gómez Besteiro es quien mejor representa al socialismo gallego de hoy, un partido desnortado, inmerso desde hace demasiado tiempo en una espiral autodestructiva. Su patológica incapacidad para gestionar la crisis interna ha permitido que la formación se desangre en guerras cainitas por doquier. Su fallido liderazgo ha entregado todo el protagonismo de la oposición a Beiras y sus bravuconadas. Su aversión a decir cualquier cosa que resulte remotamente sensata ha llevado al partido a su situación terminal actual. Con él, el PSdeG se dirige inexorablemente hacia su suelo electoral.

Las primarias podrían haber abierto la puerta a un cambio de alineación, un último intento por salir a competir el partido. Pero el socialismo gallego actual carece de banquillo. Sobran críticos ensimismados en cobrarse viejas facturas de sus cuitas personales, pero faltan políticos de talla capaces de ponerse al frente del timón. Alguno intentará disfrazarse de mirlo blanco en las próximas semanas, pero buena parte de los militantes del PSdeG están ya resignados, conscientes de que, con uno o con otros, el naufragio en los próximos comicios autonómicos está asegurado.