Fases Desescalada Galicia - Cultura

Orquestas con el telón bajado

La Sinfónica de Galicia y la Real Filharmonía dan por terminadas sus temporadas y miran entre dudas a la «nueva normalidad» a partir de septiembre

La Sinfónica de Galicia, durante una de sus actuaciones OSG/CEDIDA

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No habrá música en el Palacio de la Ópera coruñés ni en el compostelano Auditorio de Galicia, como pronto, hasta septiembre. Las dos principales orquestas de la Comunidad, la Sinfónica y la Real Filharmonía (RFG), dan por concluidas sus temporadas, también daminificadas por las consecuencias de la crisis del coronavirus. Primero el confinamiento forzoso y luego las medidas de distanciamiento social han finiquitado las posibilidades de ambos conjuntos de recuperar una mínima normalidad, cuyos profesionales no tienen un horizonte claro de cuándo podrán volver a tocar juntos. No hay fase de desescalada pensada para los músicos .

Estos días son de devoluciones de la parte proporcional de los abonos que los aficionados no van a poder disfrutar. «La grata sorpresa es que muchos están rechazando la devolución, y lo hacen por cariño a la orquesta», revela Andrés Lacasa, gerente de la Sinfónica de Galicia (OSG). La orquesta los reconocerá como mecenas la próxima temporada. Si no hay conciertos, tampoco ingresos de taquilla. «En nuestro caso no es significativo», admite Sabela García Fonte, directora artística de la RFG, «aunque habrá un desfase, a pesar de que hay gastos que ahorramos, como solistas, viajes, directores o alquiler de partituras».

Andrés Lacasa M. MUÑIZ

El presente tiene forma de cuarteto, quinteto o agrupaciones de cámara, ante la imposibilidad de que la orquesta se pueda presentar de manera completa sobre un escenario. La OSG tiene distintas agrupaciones y las está ofreciendo a las administraciones para que la música pueda volver, en un formato distinto y por todo el territorio gallego. «La clave es buscar repertorio», apunta Lacasa, «porque los músicos están deseando reincorporarse, se mueren de ganas de volver a tocar juntos»; «están deseando poder volver», añade García Fonte . «En estos momentos se ve la fortaleza de una institución», subraya el gerente de una OSG que se ha volcado en internet, y cuyo canal de YouTube ya acumula más de cuatro millones de visitas durante estos casi dos meses de confiamiento forzoso. La Sinfónica mira al streaming como una nueva fuente de posibilidades para difundir su actividad. «Esta pandemia está permitiendo darle a las orquestas una mayor visibilidad», una afirmación que comparte junto a expertos europeos con los que ha coincidido en distintos encuentros telemáticos.

Hay algún resquicio para que tanto la Sinfónica como la Real Filharmonía se asomen a las plazas de sus respectivas ciudades este verano, siguiendo una tradición de los últimos años. «Siempre ofrecemos uno o dos conciertos en el casco histórico de Santiago durante las Festas do Apóstolo», explica Sabela García Fonte, «y este año teníamos previsto uno en la Praza da Quintana y otro en San Martiño Pinario, pero a día de hoy no sabemos si se van a poder celebrar». La Coruña aguarda a su orquesta en agosto en María Pita, «pero dependerá de lo que decida el Ayuntamiento» , puntualiza Lacasa, «haremos cosas seguro, porque la disponibilidad de la OSG es absoluta».

Próximo curso

Las nuevas temporadas, que sobre el papel llevan meses cerradas y están a punto de presentarse, deberían comenzar en septiembre. Pero esa es solo la teoría. «Se mira a la próxima temporada con muchísimas dudas» , reconoce García Fonte, «nosotros la tenemos más o menos cerrada, pero habrá que aplicarle bastantes cambios para adaptarnos a la nueva normalidad, que no sabemos en qué va a consistir», un escenario compartido por Lacasa.

«Todas las orquestas sinfónicas queremos un protocolo de mínimos» , explica. A nivel europeo se están realizando estudios científicos que determinen «el número de músicos que pueden estar sobre el escenario» o los riesgos de los intérpretes de instrumentos «de cuerda y viento», a la hora de propagar un hipotético contagio. «Cuando lo sepamos, actuaremos», asevera Lacasa, «queremos presentar en junio la temporada tal y como llevamos meses confeccionándola, tenemos muchos artistas comprometidos, un repertorio interesante y nos debemos a los abonados», pero al mismo tiempo «programaremos una temporada con opciones para ir avanzando cada mes con lo que autoricen las autoridades sanitarias». «Vamos a tener un Plan A, B, C y D» , resume el gerente de la OSG, «y necesitaremos mucha agilidad para seguir haciendo música».

La incertidumbre alcanza también a los espacios. «Está por determinar el aforo que podrá tener el Auditorio», indica la responsable de la RFG; Lacasa todavía no sabe qué se podrá hacer en el Palacio de la Ópera. «El impacto de esta crisis supone una ruptura con el pasado» en «asistencia de público o hábitos , pero tenemos que ser inteligentes y buscar nuevas oportunidades de futuro, tanto en contenidos como en formatos», analiza García Fonte. Para Lacasa, «esto es un desastre, pero la gente va a tener más hambre que nunca de música y ópera» cuando pase esta pesadilla sanitaria, y las orquestas estarán ahí para seguir construyendo Cultura. «El espectáculo en vivo es insustituible» , finaliza García Fonte, «y tengo la esperanza de que se vuelva a recuperar porque es algo especial».

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