Los municipios en alerta por sequía intentan bajar un 10% el uso de agua

Pese a estar en pleno otoño las reservas de agua continúan descendiendo en los embalses gallegos . De media se sitúan al 40% de su capacidad, casi 20 puntos por debajo del 59% que presentan habitualmente por estas fechas. A la espera de ver como evolucionan las lluvias en los próximos días, la Consellería de Medio Ambiente ha mantenido reuniones con los municipios de las siete cuencas de Galicia Costa en los que a principios de octubre se decretó la situación de alerta por sequía . En la mayoría de los casos se les ha instado a rebajar el consumo de agua en un 10%. Mañana volverán a reunirse y el departamento que dirige Beatriz Mato espera conocer si las medidas de ahorro han ofrecido algún resultado.

«Es muy importante conocer los datos reales de consumo de agua de cada ayuntamiento» para avanzar medidas que garanticen el suministro, aseveró ayer la conselleira en declaraciones a los medios antes de intervenir en una jornada de lanzamiento de un proyecto internacional para optimizar el control de los sistemas de canalización de aguas. Mato explicó que la Xunta apela a la responsabilidad municipal para impulsar el ahorro de agua y consideró que hay que «esperar a ver como va evolucionando la situación» antes de impulsar cortes de suministro . La competencia recae en los ayuntamientos, pero de decretarse el siguiente nivel de emergencia por sequía, la Xunta podría actuar.

El Consorcio de Augas do Louro, constituido por los ayuntamientos pontevedreses de Mos, O Porriño, Salceda de Caselas y Tui, acordó el martes restringir el 20 por ciento del suministro de agua diario a 85 grandes empresas de esta zona , y amplió a los particulares la prohibición de baldeos y riegos que hasta ahora se limitaba a las áreas públicas. En otras zonas también se están tomando medidas.

Mato explicó que se deben seguir estrictamente las indicaciones recogidas en los planes hidrológicos para hacer frente a la sequía. La legislación prioriza el consumo humano y después los caudales ecológicos de los ríos , porque eliminarlos podría suponer una importante afección medioambiental. Pero en los últimos días el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha abierto un nuevo frente con la Xunta al pedir que se reduzca este caudal antes de minimizar el consumo de agua en la industria . Según Caballero ya se está ahorrando en este sector y la industria «es intocable». En Vigo el embalse de Eiras se encuentra al 36% y si las reservas actuales no mejoran el suministro a la población sólo está garantizado hasta el 11 de febrero . Mato pidió al regidor vigués que «se lea» el Real Decreto del Plan Hidrológico para «cumplir sus competencias» reduciendo el consumo de la ciudad y «apelando a las industrias y empresas de Vigo a que hagan un uso responsable del agua».

Aunque de forma generalizada aún no hay cortes a la población, algunos municipios sí que se han visto obligados a limitar el suministro . En Meira, Lugo, se ha comenzado a restringir el agua «de lunes a jueves, de una a cinco de la mañana». El alcalde de la localidad se mostraba ayer preocupado ya que dos depósitos, los de Rielo y Paredes «están secos». De momento es el de Pedrerías», con más de un millón de litros, el que «aguanta». La alerta por sequía llega a todos los municipios del interior que forman parte de la demarcación del Miño-Sil, dependiente del Estado central.

En el antiguo municipio de Cesuras, el agua tampoco es ya válida para beber o cocinar «por el poco cauce del río Mendo» . La alcaldía prohibió su uso la semana pasada, pero la oposición reprochó ayer que la verdadera causa es la falta de ejecución de una obra prometida hace un año.