Galicia

Una lección de economía aplicada a cuatro manos

El periodista José Luis Gómez y la economista María Cadaval explican en su nuevo libro cómo salir de la crisis en que nos metió la pandemia y no morir en el intento

Cadaval y Gómez, durante la conversación con ABC MUÑIZ

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Es prácticamente imposible condensar en mil palabras una charla sobre cómo enderezar la economía de España y actualizar su modelo productivo, al menos si los interlocutores son la profesora de la USC María Cadaval y el periodista especializado José Luis Gómez. Porque lo menos apropiado que se puede hacer es intentar economizar en ideas o argumentos. Una y otro se han extendido un poco más en su nueva obra, ‘Cómo salir de esta (II)’ (Mundiediciones, 2021) , en la que intentan explicar la situación del país en mitad de una pandemia, con el añadido de que «de la anterior crisis no nos habíamos recuperado como era necesario», apunta Cadaval. «Salir vamos a salir, pero lo que no podemos es volver a salir en falso».

Gómez incluso se atreve a afirmar que, estando mal en lo económico, «estamos mucho peor en lo político» , con los dos grandes partidos «constantemente a la greña» y descuidando «los asuntos de fondo» que sí preocupan a la gente. En su opinión, la economía española se va a aprovechar «de la dirección estratégica europea, que depende del BCE y de la Comisión, que a su vez tienen un mandato del Parlamento Europeo para reordenar» las economías de los países miembros «y gestionar los fondos de recuperación» .

¿Qué se le va a pedir a España como país para recibir la millonaria lluvia de los fondos europeos? Reformas, claro. «La de pensiones, la fiscal y la laboral», coinciden ambos autores. «Tenemos un déficit estructural antes de la pandemia del 3%», señala la profesora de Economía Aplicada, es decir, el Estado es incapaz de cubrir sus gastos con lo que recauda. Y eso conduce sí o sí a una conclusión: «En España no se van a bajar los impuestos sino que se van a subir» , pronostica el periodista y editor de la web de análisis global ‘Mundiario’, «los ingresos actuales no son suficientes ni siquiera para el nuevo escenario más blando de la UE en el que la regla de deuda no va a ser del 60% sino que habrá probablemente cuotas por países». «La mejor manera es ingresar más, o si no habrá que hacer ajustes fuertes» . Cadaval añade una vía complementaria: elevar el PIB incrementando la productividad de la economía española.

«En España hay poca pedagogía con los impuestos, da la impresión de que se puede hacer cualquier cosa y no, no tenemos crédito ilimitado», retoma José Luis Gómez. «Tenemos un sistema fiscal obsoleto, cada vez se parece más a un queso gruyere, por cuyos agujeros se cuelan los recursos que deberían recaudarse, pero de esto no se habla porque es un arma arrojadiza», y así «con todas las reformas». La economista no es favorable a la tesis de algunos gurús como Thomas Piketty que defienden resetear la deuda de los países en manos del BCE. «Generaría incentivos perversos para aquellos países que trataron de ajustar y ser eficientes en la gestión». En la reforma de las pensiones, Cadaval se decanta por «modificar la edad de jubilación» pero en función de las profesiones y de manera voluntaria por el trabajador. «Alargar la vida laboral no es de izquierdas ni de derechas», sentencia.

Crisis de liderazgos

Quizás una salida para asumir colectivamente la necesidad de reformas estructurales pase porque estas vengan de la mano de una persona que asuma el liderazgo del país. «Tenemos una crisis de liderazgo bastante general», replica Gómez, que echa de menos cuando dirigentes españoles ocupaban puestos de responsabilidad en organismos internacionales. «En la política estamos lejos de los liderazgos que propiciaron la Transición» , y que en ocasiones importaban talento «de la universidad o de la empresa». ¿Entregaría ese papel de líder a un directivo como Pablo Isla? «Es evidente que tiene una trayectoria como dirigente empresarial muy destacada, pero la España actual no está preparada para acomodar líderes de este tipo, pero quizás Enrique Fuentes Quintana —uno de los grandes economistas de la Transición y ministro de la UCD— tampoco lo tendría hoy. Los tiempos han cambiado mucho en España, y no para mejor» .

No solo hay lagunas en la política, también en la empresa. «Faltan también emprendedores a gran escala», continúa el periodista, «un buen ejemplo es Tesla, que ha pasado por la quiebra, las ayudas estatales, privatizarlo todo, la gloria y el desastre, y hoy son una de las grandes empresas americanas en el mundo ». Pero «Tesla no se improvisa; para que haya empresas así hacen falta audaces, soñadores, y que la gente que sueñe a veces fracase».

¿Y eso como lo enseñamos? «Con un sistema que permita resurgir de las cenizas», responde Cadaval, «quizás deberíamos empezar a construir el edificio de la segunda oportunidad y desterrar el temor al fracaso». A eso se suma que «en España tenemos un problema de dimensión empresarial» , que limita «que la I+D+i pueda florecer como hace en países con empresas grandes». A su juicio, los fondos europeos deben vincular a lo público y lo privado para «que vayan de la mano», ya que de lo contrario «nuestros jóvenes mejor preparados seguirán yéndose a Alemania».

Para salir ‘de esta’, como lo definen los autores, uno de los problemas a resolver será la creciente pobreza en determinadas capas de la sociedad. María Cadaval sostiene que el Estado del Bienestar fue capaz en los 80 de atender a las necesidades «de la gente mayor», pero esa realidad ha cambiado en las últimas crisis económicas, y ahora la pobreza alcanza «a gente entre los 15 y los 35 años» . «No es que el Estado no sepa dar respuesta, es que debe cambiar el foco de atención», e incluso desde una óptica «egoista», ya que «si todo el mundo mantiene unos ciertos estándares de vida, la inseguridad no se apoderará del país». «Una parte importante de la reforma fiscal debe ir con una inyección de justicia y equidad redistributiva».

¿Puede ser este actual un momento para replantear el ‘contrato social’? «Es indudable que sí», opina el veterano periodista, «ha vuelto la inflación y eso hace que las rentas bajas tengan más problemas porque hace la vida más difícil», y es partidario de «un pacto de rentas» entre trabajadores y empresarios, como el que hubo en la Transición. Cadaval pone un broche algo pesimista. «Me atrevería a decir que igual tenemos un gran parche de aquí a las próximas elecciones», aunque no todo es negativo: « La receta la tenemos, tenemos que mezclar los ingredientes para el resultado final».

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