Enrique Losada: «Ferreiro solo busca crear controversia para desviar la atención de su gestión»

Tras años de cordialidad, la llegada a María Pita de Xulio Ferreiro ha supuesto un antes y un después en la relación entre el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria coruñesa. El presidente de este organismo público, Enrique Losada (La Coruña, 1958) tiene clara la razón que explica el rosario de desencuentros que vienen protagonizando ambas entidades: crear polémica es parte de la «estrategia» de los rupturistas.

—Las obras en la Marina, la venta de la Solana y ahora el debate en torno a la fachada marítima. Parece imposible el entendimiento ente el Concello y el Puerto...

—Creo que la situación responde a una estrategia por parte de la actual corporación municipal. No es un tema aleatorio, es un tema estratégico que consiste en buscar controversia para desviar la atención respecto de los temas importantes de verdad y de la gestión de la ciudad.

Es más fácil buscar la controversia que tener una estrategia clara para lo que es La Coruña, y las pruebas están ahí. Desde el minuto cero el Concello tomo una posición muy beligerante con la Autoridad Portuaria.

—¿Qué le parece que la alcaldía emitiese un bando llamando a participar en la manifestación frente a la sede de la Autoridad Portuaria por la devolución gratuita de los terrenos de la fachada marítima?

—A un alcalde a lo que hay que pedirle es un mínimo de coherencia y el alcalde no está siendo coherente. Con una mano negocia la entrega de la Solana y del Hotel Finisterre en una negociación abierta en la que participa la Autoridad Portuaria de La Coruña, Puertos del Estado y el propio Ayuntamiento y por otra parte está potenciando y apoyando la devolución gratuita de los terrenos. No lo entiendo. Me parece que es incompatible una posición con la otra. No sé si alguien puede encontrarle algún tipo de coherencia pero a mí me cuesta mucho entenderlo.

—¿Qué le diría a las personas que ayer participaron en esa movilización?

—Que es tan administración pública el Ayuntamiento como la Autoridad Portuaria de La Coruña. Y es tan lícito que el Ayuntamiento quiera esos terrenos como que la Autoridad Portuaria quiera que se entreguen a cambio de algo, porque existe un Puerto Exterior. Hubo una inversión para trasladar de la ciudad los tráficos peligrosos a un puerto alejado de núcleos urbanos y se ha contraído una deuda importante que hay que pagar. Además me parece una hipocresía hablar de devolución. Se devuelve algo cuando se ha tomado y los terrenos que se van a desafectar son rellenos. Ahí antes había mar, por lo que no procede utilizar la palabra devolución, salvo que se haga de forma demagógica.

—¿Cómo se puede compaginar la necesidad de financiación del Puerto con la demanda de todos los grupos del concello de destinar los terrenos de los muelles a usos terciarios?

—Esos son los dos extremos pero hay puntos intermedios. Podemos buscar fórmulas en donde todas las partes expresemos un grado relativamente alto de satisfacción. Creo que se puede conjugar el interés público con obtener un aprovechamiento lucrativo para aquel que ha cumplido los compromisos de ejecución del Puerto Exterior. No podemos cambiar a mitad de partida las reglas del juego. Tiene que haber una solución pactada y equilibrada, no que solo gane una parte.

—Ferreiro pidió dejar sin efecto los convenios de 2004 que proyectan, por ejemplo, la construcción de más de 5.000 viviendas en algunos de esos muelles. Aseguró que estaban pensados para una ciudad que ya no existe...

—¿La ciudad ya no existe? ¿No hay ciudad? ¿No hay coruñeses? Yo creo que las realidades no cambian tanto en tan poco tiempo. Podemos tratar de desviar la atención o despistar, pero lo que tiene que haber es un proyecto. Es un hecho que el sector inmobiliario ha atravesado varios avatares y va a haber que determinar qué tipo de operación se hace. Quizás no quepan los mismos usos en los mismos porcentajes que cabían en 2004 pero no es todo o nada. Los usos se pueden combinar y se puede buscar algo ajustado a la realidad del sector inmobiliario, porque es cierto que no es el que era entonces.

—¿Qué le parece la idea de Ferreiro de someter la decisión a una consulta popular?

—Los responsables institucionales lo que tienen es un mandato de cuatro años para tomar decisiones y no para eludir la toma de decisiones. Además muchas veces es muy fácil intuir la respuesta en función de cómo se formule la pregunta y a eso se le llama mediatización. Si le pregunto a los ciudadanos que tienen una hipoteca si no quieren pagarla todos sabemos cuál va a ser la respuesta. Pero el maná no cae del cielo y las cosas no son gratis, Alguien las paga y hay que contar las verdades completas. Cuando se habla demagógicamente de especulación, que lo que busca alguien es enriquecerse... Son absolutas pamplinas y una tomadura de pelo a los ciudadanos. Aquí no hay ninguna especulación ni ningún uso indebido ni se quiere pegar ningún pelotazo.

—¿Está completamente enterrada la subasta de la Solana?

—Esa decisión corresponde al consejo de Administración de la Autoridad Portuaria. Se decidió dar un plazo de seis meses al Concello para que presentase una propuesta y alcanzar un acuerdo y ahora mismo estamos en ese plazo.

—Usted siempre defendió que el Concello había perdido su derecho a la adquisición preferente, pero el presidente de Puertos del Estado decidió darles ese plazo extra.

—Quien tiene la soberanía sobre conceder o no cualquier prerrogativa es el consejo de la Autoridad Portuaria y nadie más que él. Es estamos hablando de propiedades de su patrimonio.

—Siendo el puerto uno de los motores económicos de La Coruña ¿Cree, como han dicho algunas asociaciones, que la Marea tiene cierta animadversión a los sectores que crean riqueza en la ciudad?

—Yo lo que no veo es apoyo a esos sectores. Desde el Puerto tratamos de generar la mayor actividad posible sin animadversión hacia lo privado. El Ayuntamiento ha tenido varios episodios de confrontación con empresas que son dignas de loa y punteras en La Coruña y yo creo que justamente la hoja de ruta debe ser la contraria. Tratar de apoyarlas para que no solo su centro de decisión continúe aquí sino que generen empleo aquí.