Pescadores, al amanecer, en un barco cerquero
Pescadores, al amanecer, en un barco cerquero - ARVI

Del arte en el mar a la industria pesquera a gran escala con tecnología punta

Aunque los barcos de pesca artesanal suponen el 85% de la flota mundial, sin los buques industriales no se podría abastecer el consumo total de productos del mar en el planeta

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Flota artesanal versus flota industrial, o si los grandes buques de pesca a gran escala suponen un perjuicio para el antiguo arte de la pesca es un debate que se presenta de forma continuada en el sector marítimo pesquero. La Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) ha querido dar respuesta a esta cuestión y ha elaborado un informe sobre los dos modelos de actividad y sus especificidades.

El mundo de la pesca ha evolucionado con el tiempo, los pequeños barcos de pesca artesana siguen ejerciendo su labor y, de hecho, este tipo de flota constituye en todo el mundo más del 85% de las embarcaciones, lo que demuestra que sin el desarrollo profesional de los pescadores «de siempre», el sector no tendría sentido.

No obstante, el sector pesquero ha evolucionado con el transcurrir de los tiempos y hoy en día la pesca a gran escala con buques industriales supone un cambio en el modelo productivo importante, nuevas formas de desarrollar el arte de la pesca y que muchos se plantean si resulta necesario y sostenible.

El informe de la cooperativa de Armadores llega a una serie de conclusiones interesantes, entre ellas, destaca que cuando se habla de pesca industrial se piensa en aquella realizada a gran escala por barcos de gran tamaño, cuyas capturas se dirigen principalmente a su transformación para harina de pescado y aceite. Este no es el caso de la flota española, cuyas capturas se destinan «prácticamente en su totalidad al consumo humano», establece el escrito.

Además, el informe llega a una conclusión de relevancia y es que la pesca artesana o de pequeña escala no sería capaz de abastecer las necesidades de consumo de productos del mar por sí misma, por lo que la flota artesanal y la industrial son complementarias y no tienen por qué suponer un perjuicio ninguna de ellas para la otra modalidad de embarcación. «Flota industrial y flota artesanal se complementan en el suministro de pescado a la población mundial, siendo ambas necesarias para dar abastecimiento a la demanda actual de alimentos», explican en Arvi.

Control pesquero

Una de las claves y que afecta por igual a ambos tipos de actividad recae en el control de la pesca y en el cumplimiento de las cuotas, tanto por lo que respecta a la competencia de las embarcaciones como a la explotación equilibrada de los recursos marinos. «El menor tamaño de los barcos que componen una flota y la pequeña escala a la que actúen no implica la sostenibilidad de los recursos. Esto depende de la gestión de los mismos, que debería ir de la mano de una planificación basada en estudios científicos sobre el estado de los recursos, y en consonancia con las necesidades socioeconómicas de la población que depende de ella», confirman los resultados del estudio. El reparto de cuotas desigual entre pescadores conlleva en muchos casos a la subutilización de las mismas en determinados segmentos, mientras otros deben paralizar su actividad para no sobrepasar el cupo que le pertenece.

La cooperativa concluye, no obstante, con una idea fundamental y es que el verdadero perjuicio para el sector y la sostenibilidad recae en la pesca ilegal. «Son los verdaderos culpables de la situación actual de los recursos», apunta Arvi en su informe.

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