El Villarreal cae en Sevilla

Entre el doble capítulo de octavos de final de la Liga de Europa, el Sevilla y el Villarreal se pulsaron el músculo, la claridad y la frescura en el campeonato doméstico en el Sánchez Pizjuán. Los de Emery empataron sin goles en Basilea, mientras que los de Marcelino tomaron buena ventaja ante el Bayer Leverkusen de cara a los encuentros de vuelta del próximo jueves. Ofrecieron un encuentro con ritmo, intenso, con ocasiones y buenos toques de entretenimiento sin negociar minutos pensando en lo continental. Y en el intercambio ganó el conjunto local. Se adelantaron estos, pero el Villarreal remontó. Y replicaron los sevillistas, remontando también (4-2).

Salió el Sevilla con la intención de ser protagonista en su estadio.

Buen empuje y profundidad ante un Villarreal perfectamente organizado y serio de atrás hacia adelante. Intenso arranque del partido en el Sánchez Pizjuán, donde los locales progresivamente se consolidaron en una posición de mayor peso, en todo caso en un buen partido que procuraban unos y otros. En el ecuador del primer acto, lanzó una acción rapidísima por la izquierda el Sevilla, en la que Kevin Gameiro, veloz, ganó la posición a Mario y se deshizo luego de Víctor Ruiz para ingresar en el área, encarar a Areola, pero cediendo a Iborra la posibilidad de resolver el 1-0 para los locales.

El tanto, no obstante, no desordenó al Villarreal que ya llevaba, antes de la ventaja andaluza, unos minutos pisando con más regularidad el sector del campo local. Cinco minutos después del tanto de Iborra, Rukavina progresó por la derecha, centró, Adrián rozó con la espuela dejando el balón franco para Bakambu, que eligió la derecha de Sergio Rico para empatar.

Se igualó el marcador, pero también la alternancia en el juego. Buen ritmo de partido el que mostraban sevillistas y villarrealenses. Buen encuentro para la sobremesa. Aunque la versión de los de Marcelino García era más ofensiva que en el comienzo. A ocho minutos del descanso, Denis Suárez picó un balón mágico por encima de la defensa andaluza desde el borde del área y Bakambu, sin dejar caer el balón, voleó y el esférico se fue al palo largo de Sergio Rico para lograr el 1-2. Hasta el paso por vestuarios, los visitantes recuperaron el papel de orden y solvencia de atrás hacia adelante.

Obús de Konoplyanka

Se mantuvo el buen ritmo; esa intensidad que le otorgaba buen grado de entretenimiento al partido. Si bien el Sevilla debía buscar la igualada en su estadio. Por debajo en el marcador, la cuestión era no permitir que los visitantes ampliasen el resultado, que, por cierto, Bruno, de cabeza, en un saque de esquina, pudo lograr, pero el balón se fue por poco por encima del larguero. A esto respondió el Sevilla con una acción por el carril derecho. Acabó recogiendo Gameiro fuera del área villarrealense y se perfiló hacia el centro, habilitando el balón hacia la banda izquierda; el centro desde ese lado lo quiso cortar Víctor Ruiz, pero el central marcó en propia puerta para el empate andaluz, que al poco pudo, sin conseguirlo, romperlo Iborra con un remate de cabeza que se fue fuera cerca del palo derecho de Areola.

Superada la hora de encuentro, en un duelo que se teñía por momentos por la alternancia, lo desequilibró Konoplyanka con un chutazó desde 30 metros. El centrocampista buscó la diagonal desde la izquierda y desde esa distancia lanzó un obús que se fue a la red por el lado izquierdo de Areola para el 3-2 del Sevilla. El empuje no bajó enteros. Al final, era partido de esos que los profesionales del juego no querrían que acabase nunca. Y menos el espectador neutral. Ritmo. Alternativas. Músculo. Ocasiones. Más para los locales. Fútbol entretenido para romper la tónica más gris, en líneas generales, de lo que se suele ver en los tiempos que corren.

Entre Sergio Rico y Carriço salvaron al Sevilla del empate a un cuarto de hora para el final. Samu Castillejo centró desde la derecha y en el segundo palo remató de cabeza Leo Baptistao. Encontró la respuesta con apuros de Rico, cuyo rechace se elevó y cayó hacia su línea de gol, pero Carriço despejó in extremis. Encontró el Villarreal una ventaja en el tramo en el que más rápido caían los minutos en su contra. Se quedó con un jugador menos el equipo andaluz al ver Banega la segunda amarilla. Nueve minutos por delante. Contó con una doble ocasión Bakambu en una contra. Recortó a Rico y lanzó, pero cortó un central. El segundo intento lo sujetó el portero local. Ya en tiempo de prolongación, una nueva carrera de Gameiro, dejando atrás a Bonera, la rechazó Areola, pero Reyes remachó para el 4-2 final.

Ficha técnica:

Sevilla: Sergio Rico; Mariano, Carriço, Rami, Tremoulinas,: Iborra (Escudero, m.75), N'Zonzi (Cristóforo, m.17), Banega, Krohn-Dehli, Konoplyanka (Reyes, m.70); y Kevin Gameiro.

Villarreal: Areola; Mario, Bonera, Víctor Ruiz, Bailly (Samu Castillejo, m.46); Rukavina, Tomás Pina, Bruno, Denis Suárez; Bakambu y Adrián (Leo Baptistao, m.70).

Goles: 1-0, min. 23: Iborra. 1-1, min. 29: Bakambu. 1-2, min. 37: Bakambu. 2-2, min. 51: Víctor Ruiz (pp). 3-2, min.65: Konoplyanka. 4-2, min. 90: Reyes.

Árbitro: Velasco Carballo (Comité madrileño). Expulsó a Banega pror doble amonestación (6 y 81). Amarilla a Krohn-Dehli y Bonera.