Que vienen los Reyes

Ya estamos en 2018. Comenzamos el año como dejamos el anterior, con un calor que seguro no es bueno para el bienestar del planeta, pero que cómodo para la vida cotidiana es un rato, salvo que hace falta y mucha, que llueva. Castellón ayer batió el record de temperatura más alta de Europa y el Norte de África casi 25 grados. Con ese ambiente, esta noche SSMM los Reyes Magos de Oriente se presentan en la Comunidad Valenciana.

Poco a poco, los gobiernos del cambio, se han ido dado cuenta, Carmena a parte, que lo de la Cabalgata de Reyes Magos es una fiesta para los niños, más allá de reivindicaciones sociales, culturales o políticas, ni es el sitio ni el momento. Es el día más esperado por pequeños y algunos mayores, aunque algunos partidos se siguen empecinando en “tematizar” el evento, caso del Ayuntamiento de Valencia, primero en 2016 con la ciencia como eje angular, o este año con la alimentación. Les recuerdo que los grandes protagonistas de la “fiesta” son los Reyes, aunque a más de un edil parezca que le produzca grima asumirlo. Desconozco cuando eran niños, quien les dejaba los regalos bajo del árbol la noche del cinco de enero. Igual va y eran las Reinas Magas Republicanas , vaya usted a saber.

Sus Majestades traerán esta noche lo que cada uno se ha ganado durante el 2017. Pero lo que más me intriga es que habrá pedido cada uno de nuestros políticos en su carta a los Reyes. Me imagino que Puig pedirá un nuevo modelo de financiación , Oltra la base de una futura coalición electoral con Podemos como única vía para optar con garantías a la Presidencia. Bonig supongo que habrá pedido que su guerra con las asociaciones empresariales tenga una tregua, ahí tiene más que perder que otra cosa. Ribó por su parte dejará los zapatos bajo el abeto navideño con la esperanza que 2018 traiga un repunte en las encuestas que empiezan a preocupar y mucho en el seno de Compromís. ¿Y Grezzi? Seguro que si pudiese habría escrito en su carta para que desde Oriente le trajesen una nueva reglamentación municipal que obligue a toda la población civil a desplazarse en bicicleta. Yo, a Baltasar, que siempre fue mi Rey favorito, y por si acaso, ya le he pedido una Orbea, porque a veces los sueños se cumplen y este lleva camino de hacerse realidad.