Testimonio

Un mantero de Valencia: «Si no vendemos marcas falsificadas, no ganamos nada»

La gerente de la Asociación de Comerciantes denuncia las «pérdidas económicas brutales» que el mercado ambulante ilegal les ocasiona

Imagen de manteros vendiendo enfrente de diferentes establecientos en Valencia ROBER SOLSONA

Salir de casa mirando a todos los lados y volver a ella es como un regalo. Una vida llena de dudas, de «miedo» y de inestabilidades, cuenta uno de los manteros africanos que habitualmente recorre las calles comerciales del centro de Valencia (por su situación irregular en España, prefiere ocultar su identidad en este reportaje). « No nos importa el importe de la multa, sino ser devueltos a nuestro país », explica.

Por ahora, este vendedor de productos falsificados huye de la Polícia y consigue ejercer su trabajo cada día; sin embargo, esta venta en las calles supone pérdidas económicas «brutales» y afecta también al empleo. Así lo señala a ABC Julia Martínez, la gerente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Valencia . quien además explica que «detrás de un producto hay un gran trabajo. Y todo eso se pierde».

El conflicto entre la venta ambulante ilegal y los diferentes establecimientos afectados no deja de crecer, aunque este mantero africano cree que «la gente elige dónde quiere comprar» y que no quitan clientes a los comerciantes. « No robamos a nadie ya que sólo buscamos trabajar y ganar dinero », relata. En cambio, Martínez denuncia que estos vendedores ilegales « perjudican creando una gran muralla delante de los establecimientos , por lo que impiden a la gente llegar y observar su escaparate y están desviando los flujos de la clientela».

Por su parte, el Ayuntamiento de Valencia anunció hace unas semanas medidas para solucionar el conflicto de la venta ambulante ilegal y propondrá en su borrador del Plan Municipal de Inmigración que los manteros compartan espacio con diferentes mercados (municipales y extraordinarios) y que puedan tener un entorno para ejercer su trabajo, siempre y cuando sus productos no sean falsificados. Así mismo, se les prohíbe la venta de imitaciones, ya que se llevarán a cabo sanciones a los manteros que vendan estos artículos.

Sin embargo, esta medida no parece contentar a muchos manteros de Valencia. «Es difícil no vender marcas, si no vendemos marcas, no ganamos nada », dice este mantero, sobre su mercancía con productos falsificados e imitaciones. Y acerca del espacio que estudia habilitar el Ayuntamiento, considera que: «Está bien, por el sol, y vender todos los días y la gente sabe dónde estamos».

La Asociación de Comerciantes del Centro historico de Valencia propone dos medidas en su programa «Stop Manta» que presenta como peticiones al Ayuntamiento: una brigada permanente de control policial ; y una coordinación de diferentes mandos policiales para poder controlar la situación. Una situación que, en palabras de la gerente, «está causando unas pérdidas brutales».

Según Martínez, el Ayuntamiento está estudiando un programa de concienciación que considera «absurdo, se tiene que ir mas allá», ya que el problema, en su opinión, se tiene que resolver «presentando otras soluciones» a las personas que realizan estas ventas .

Daños de 6.175 millones de euros al año

La Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea estima que anualmente la venta de productos de falsificación genera un daño de 6.175 millones de euros y 40.000 empleos se ven afectados.

Las falsificaciones provienen de diferentes lugares, por eso, Julia Martínez considera que «si se realiza una buena coordinación en los diferentes puertos, se podría disuadir la compra ilegal y el conflicto que este está teniendo».

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