Caso Erial

La juez sigue la pista de cuatro millones «perdidos» de la red de Eduardo Zaplana

La trama de Andorra, que contó con Joaquín Barceló y Juan Francisco García como colaboradores según la UCO, llegó a manejar nueve millones de euros en efectivo y el país abrió una investigación al respecto

La «caja B» del grupo Levantina fue usada para entregar dinero al asesor fiscal del exministro por medio de una tercera persona

Eduardo Zaplana, durante el registro de su chalé en 2018 JUAN CARLOS SOLER

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Una de las ramificaciones internacionales más importantes con las que contaría la red que presuntamente promovió el exministro Eduardo Zaplana fue Andorra . Así lo sostienen los investigadores del caso Erial, que dirige el Juzgado de Instrucción 8 de Valencia e indaga en el presunto cobro de comisiones ilegales obtenidas a través de la adjudicación de los contratos públicos del Plan Eólico de la Comunidad Valenciana y de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV). Esas cantidades se desviarían a diversas sociedades extranjeras para blanquearlas y, posteriormente, repatriarlas a España e invertirlas.

La trama de este país llegaría a manejar hasta nueve millones de euros en efectivo . Un total de 4,8 fueron transferidos a Imison Internacional, la sociedad clave en todo este asunto. Pero el resto, alrededor de 4 millones más, se desconoce adónde fueron a parar o, incluso, qué origen tenían. Se trata, pues, de uno de los mayores interrogantes que existen ahora en la investigación, según varias fuentes.

La coordinación sigilosa entre la magistrada Isabel Rodríguez, el fiscal Anticorrupción Pablo Ponce y la Unidad Central de la Guardia Civil (UCO), unido a la colaboración de Andorra –después de que se cursaran varias comisiones rogatorias–, han permitido recoger numerosa información hasta el momento . De hecho, debido a estas peticiones de asistencia judicial se descubrió que el país ya había abierto una investigación por blanqueo de capitales a la red de Zaplana.

El exministro habría contado con dos de sus supuestos colaboradores en el entramado: Joaquín Barceló y Juan Francisco García . El primero, alias «Pachano», fue el encargado de abrir dos cuentas en Andorra. Una, en 2006 a nombre de la sociedad instrumental panameña Merceron Investments -de la que era propietario-, que llegó a acumular tres millones en efectivo en diez meses. Para comprobar la identidad del cliente, la entidad revisó en su currículum que fue director general de control turístico de la Generalitat y, hasta 2004, director de Relaciones Institucionales del parque temático Terra Mítica (de donde no se descarta que pudiera proceder alguna cantidad por comisiones).

Otra cuenta titulada por Barceló pertenecía a la Banca Privada de Andorra (BPA), en la cual ingresó seis millones en efectivo entre 2004 y 2009. En 2006, concretamente, llegan a abonarse en un mes casi cuatro millones en efectivo y otros 320.000 euros mediante transferencias. Cantidades que, además, coinciden en el tiempo con una de las transferencias de Sedesa (la empresa de los Cotino) a Imison. Esos seis millones acabaron siendo traspasados a otra cuenta en Andorra, esta vez de la sociedad panameña Puncak .

De Merceron, 3,3 millones fueron pasados a Imison. De Puncak, 1,5. No se sabe qué fue del resto del dinero.

La colaboración de Juan Francisco García también habría sido clave en Andorra. La UCO le atribuye participación activa en en el manejo de los fondos con, por ejemplo, ingresos en efectivo y operativas de compensación.

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