Juan Carlos Moragues busca su lugar en el futuro del PP valenciano

Juan Carlos Moragues (Gandía, 1969) es el único de los integrantes del último Consell del Partido Popular que mantiene un cargo ejecutivo en la Administración. La falta de acuerdo para formar gobierno tras las elecciones generales del pasado 20 de diciembre y la repetición de los comicios ha beneficiado indirectamente a Moragues, quien ha incrementado su proyección pública desde la atalaya de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana.

Moragues tiene garantizado el cargo, como mínimo, hasta el próximo 26 de junio. El que fuera conseller de Hacienda afronta de esa forma dos meses más para seguir cimentando una carrera política con la tranquilidad de quien tiene ganada una plaza de alto funcionario del Estado.

En las últimas semanas, Moragues ha acentuado su perfil político.

Más allá de ostentar la representación del Ejecutivo en la Comunidad Valenciana, el delegado del Gobierno se ha dejado ver en convocatorias como la de Ciudadanos en defensa del Estatuto de Autonomía y la Constitución o ha firmado un acuerdo con el alcalde de Valencia, Joan Ribó, para poder reanudar las obras de rehabilitación del Palacio del Temple. Apenas unos días hizo frente al dirigente de Compromís con un requerimiento oficial para que retirara la pancarta con la bandera de la República del balcón del Ayuntamiento.

Más que un verso suelto en un partido en periodo de recomposición tras la pérdida del poder derivada del resultado de las elecciones autonómicas y municipales, lastrado por el goteo de casos de corrupción, Moragues va labrando un camino en la política en el que, a día de hoy, no descarta nada. Joven y preparado (es economista y abogado), hay quien ya le sitúa como pieza clave en el futuro a corto plazo en el futuro orgánico del Partido Popular en la Comunidad Valenciana.