Elecciones generales
El 10-N permite a Puig consolidar el liderazgo sobre sus socios de Gobierno y fortalece a Bonig en la oposición
Compromís sufre un estancamiento pese a ir con Errejón y no cree que el discurso sobre Cataluña le haya afectado negativamente
La caída de Ciudadanos complica el discurso en las Cortes Valencianas y debilita a Toni Cantó, ahora superado por Vox
Seis meses y una repetición de elecciones no dejan un vuelco claro en el panorama de la Comunidad Valenciana , pero sí algunos cambios notables con una evolución incierta hasta los próximos comicios autonómicos. Para empezar, a la mayoría ajustada entre bloques que salió del 28 de abril se suma ahora que el de derechas supera al de izquierdas en el territorio tras el 10-N. El diferente comportamiento del electorado según a qué citas acuda, sin embargo, hace que sea demasiado aventurado afirmar si existiría alguna opción de que las formaciones progresistas perdieran el Gobierno.
El vencedor claro esta vez, al igual que a nivel nacional, vuelve a ser el PSPV con los mismos diputados que en la anterior, pero deja por el camino alrededor de 49.000 votos. La recuperación del poder perdido tras varias décadas a costa del PPCV se repite, lo que permite a Ximo Puig consolidar su liderazgo dentro del Consell por la amplia distancia que le separa del resto de sus socios de Compromís y Podemos.
En la lectura interna más allá de los logros, se encuentra la reflexión desde algún sector del partido de que podría ser el momento de abrirse a aprobar a lo largo de la legislatura algunas medidas polémicas en la gestión paralizadas por el miedo al rechazo en las urnas. Por ejemplo, la tasa turística municipal o políticas en materia de Vivienda y de Medio Ambiente.
No ocurre lo mismo con Compromís , que no consigue mejorar respecto a abril, cuando ya experimentó una caída en las generales y se quedó con un único representante en el Congreso. Joan Baldoví seguirá allí, pero la alianza con Más País, marca que lidera Íñigo Errejón, no les ha reportado beneficios traducidos en número de votos (apenas suben 1.200) .
Por contra, en el seno de la coalición se piensa que los posicionamientos sobre la sentencia del «procés» en Cataluña, con el Bloc defendiendo la autodeterminación o criticando la represión del Estado, no han pasado factura. Un temor que existía en algunos sectores al haberse visibilizado el nacionalismo cuando muchas voces lo consideraban innecesario.
Cargos como el alcalde de Valencia, Joan Ribó, admitían este lunes que el hecho de ir junto a Errejón «no ha funcionado» como esperaban «por la premura de tiempo». La posibilidad de que esto ocurriera ya tenía su respuesta desde hace varias semanas: se trata de una semilla plantada para una relación a largo plazo . Ahora faltará por ver si es verdad.
Unidas Podemos no sufre una gran caída en comparación con la que se esperaba y confirma que, por el momento, cuenta con un suelo electoral relativamente sólido . Pierde unos 45.000 apoyos y un diputado (se queda con cuatro), pero resiste. Algo que beneficia al PSPV puesto que ahora mismo es su socio más leal dentro del Ejecutivo. Tras conocer los resultados, dirigentes como el vicepresidente segundo del Consell, Rubén Martínez Dalmau, culpaban a Compromís de la situación por no acudir junto a ellos a elecciones. Desde la coalición replican que la bajada en un parlamentario de los morados en Alicante se ha producido por 9.000 votos, por lo que la suma no daba para haberlo ganado conjuntamente.
La oposición
En cuanto a la oposición, los cambios resultan relevantes. El PPCV salva los muebles y gana un diputado con 84.000 votos más. A ello se añade la alegría inesperada del Senado , ya que pasa de tres a seis representantes empatando al PSPV. Los populares cumplen así con el objetivo marcado aunque no se trata de una gran subida y consiguen frenar la sangría de abril.
Isabel Bonig sale reforzada especialmente por lo ocurrido en Ciudadanos. La debacle de la formación naranja la ha situado como última fuerza en la Comunidad Valenciana perdiendo 287.000 apoyos y con sólo dos diputados (frente a los seis de abril).
La escasa diferencia entre ambos partidos en el Parlamento autonómico (sólo por un escaño) ha supuesto desde el inicio de legislatura una pelea entre la presidenta del PPCV y el portavoz de Ciudadanos, Toni Cantó, por el liderazgo de la oposición . Ahora, la balanza se decanta claramente a favor de la primera después del 10-N, aunque Cantó, bregado en los debates y con dotes de oratoria, ha sido hasta ahora quien acapara la atención en cada sesión por el discurso que mantiene. Un discurso que ahora habrá que comprobar si continúa igual ante el ascenso de Vox o se reconduce.
Ciudadanos, pese a todo, todavía puede reivindicar que ha logrado escaños en Valencia , ya que junto a Madrid, Cataluña y Andalucía son los escasos territorios en los que así ha ocurrido.
Cómo afectará la nueva era que se abre en el partido tras la dimisión de Albert Rivera a los liderazgos territoriales es complicado de saber. Cantó fue elegido directamente por él para desembarcar en la Comunidad, y tras coger las riendas y marcar el posicionamiento en todos los asuntos políticos, una de las cuestiones pendientes eran los cambios orgánicos en la organización autonómica . Éstos se habían pospuesto hasta después de elecciones, pero ahora no tienen fecha al tener que convocarse el congreso nacional.
Cantó cuenta con varios diputados de su confianza en las Cortes y, si la transición para sustituir a Rivera en Madrid es tranquila, no tiene por qué tocarle. Otra cosa sería si dejara de contar con la afinidad del nuevo líder, sea o no Inés Arrimadas. En todo caso, todavía tiene trabajo en lo interno puesto que las pugnas entre las diversas familias para el control del partido son previsibles.
En el aire está también qué sucederá con Isabel Bonig . Si se formara Gobierno finalmente y no se repitieran elecciones, el PPCV habrá de afrontar varios congresos en Valencia ciudad, en la provincia y en la región. Todo es una incógnita, tanto fechas como nombres.
Por último, otro de los ganadores de estos comicios debido a su alto crecimiento es Vox. En la Comunidad Valenciana aumentan en 144.000 votos, pasan a ser tercera fuerza y suben de tres a siete escaños. Tras superar a Ciudadanos, de cuya debacle sacan rédito , es previsible que se hagan notar con mayor intensidad en las Cortes Valencianas. Uno de los temores del Consell, al igual que en otros territorios, es que interpongan recursos ante el Tribunal Constitucional a muchas leyes que apruebe el tripartito de izquierdas en el Parlamento autonómico.
