Las Cortes Valencianas suprimen todas las referencias religiosas durante las fiestas navideñas

El presidente de las Cortes, Enric Morera, ha seguido la estela de otros gobernantes municipales de Compromís con la eliminación de cualquier símbolo religioso -especialmente el católico- en las fiestas navideñas. Esta vez, en la Cámara autonómica.

En la invitación a los trabajadores de las Cortes el próximo viernes a un aperitivo y un vino de honor, Morera hace referencia a la «clausura del periodo de sesiones» y la ocasión para «brindar por el nuevo año que estrenaremos en breve», pero no hay ni una sola mención a la Navidad.

Esta situación se ha repetido con la eliminación del tradicional nacimiento que siempre se colocaba en la sala principal de entrada a las Cortes. También se ha suprimido el belén navideño que siempre se ubicaba en L’Andana

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En este salón de la Cámara autonómica es precisamente donde se va a celebrar el encuentro entre el presidente de las Cortes y los trabajadores previsto para el próximo viernes a partir de las dos de la tarde.

Por otro lado, las Cortes también enviaron ayer la relación de actividades que se van a celebrar con motivo de las fiestas y se ha suprimido la asistencia del coro de la ONCE y alumnos de conservatorios que acudían a las Cortes para realizar diversas interpretaciones de canciones navideñas y villancicos.

En este caso será la Federación de Folklore la encargada de organizar diversas actuaciones que no contemplan canciones navideñas durante los días 18, 21 y 22.

La « cruzada» de Compromís contra las tradiciones católicas ya ha generado en la presente legislatura algunas controversias. Es el caso de la retirada de símbolos católicos de los cementerios de la ciudad de Valencia, así como la negativa del alcalde, Joan Ribó, a entrar en la Catedral de la capital del Turia como portador de la Real Senyera durante la festividad del pasado 9 d’Octubre.

Ribó también felicitó la Navidad del Ayuntamiento de Valencia sin que la palabra «Navidad» apareciera en el mensaje. Tampoco figuraba en la citada felicitación ningún elemento alusivo a las fiestas: ni árboles, ni belenes, ni estrellas. El laicismo debe ser, según Ribó, una seña de identidad del Consistorio que preside.