Fernando Llopis - El último liberal

Auge y caída de Compromís

«Los que daban lecciones y miraban por encima del hombro al resto reniegan de todo lo que habían prometido en cuanto los implicados son ellos»

La concejal de Compromís María José Espuch y el portavoz de su grupo municipal, Natxo Bellido JUAN CARLOS SOLER

En un país muy lejano, en la Conselleria de Transparencia.

-Sr. conseller, el detective de la agencia Pinkerton desea entrar a contarle algo importante.

-Hágale pasar.

Un hombre con un traje oscuro y mirada aguileña entra en el despacho con una sonrisa de oreja a oreja.

-Sr. conseller, ¡ya los tenemos!

-¿Siiiiii?

-Totalmente.

-Cuéntame.

-Han dado una subvención de 15.000 euros para organizar un evento a una organización gestionada por el tres de su partido, además, casualmente es el esposo de una de las concejales...

La concejal de Compromís María José Espuch y el portavoz de su grupo municipal, Natxo Bellido JUAN CARLOS SOLER

-Bueno, eso puede ser legal, no cantemos victoria, ¿habían pedido otras ofertas alternativas para organizar el evento?

-No.

-¿Han publicado los convenios y acuerdos en el portal de transparencia?

-No, en ese portal se han publicado tan pocas cosas que ya le llaman el portal de transparenjaja..

-¿Hay informes razonados de la justificación del gasto?

-No.

-Bueno, parece claro. Si pedimos la dimisión fulminante de la concejal de Podemos por mucho menos, debemos hacer lo mismo, ya sabes ¡La transparencia y el buen gobierno es lo primero!

El conseller coge un papel.

-A ver, dime el nombre del evento de marras.

-Plaça del Llibre.

El conseller levanta la cabeza y mira fijamente al agente de Pinkerton

-¿Plaça del llibre? ¿En valencià?

-Sí, en valencià. Pero lo importante -como usted ha dicho- es la transparencia y el buen gobierno.

-Vamos a ver, te he dicho mil veces que siempre hay matices en las cosas que digo. ¿Quién organizaba el evento? No seremos nosotros, ¿verdad?

-Sí, lo somos.

-¿Qué ha dicho el portavoz del partido?

-Que se podía haber hecho mejor, pero que todo sea por la defensa del valenciano y que es una lengua minorizada y tal.

-¡Cáspita, vaya tropa!, toma nota de lo que tienes que hacer.

-¿Pedir su dimisión?

-No, solo pedimos la dimisión de los demás, los nuestros están tocados por el manto divino de la lengua .

-Entonces, ¿lo de la transparencia y tal?

-Nada, hay que decir que todos los que ataquen la feria de la Plaça del Llibre son unos (duda) no sé si decir franquistas o fascistas .

-Hombre, con lo del traslado de los restos de Franco y lo del francotirador que quería matar al presidente creo que franquistas mola más.

-Pues eso, que son unos franquistas. También pide ayuda a nuestros socios del Botánic para que nos ayuden con el mismo mensaje. Por último, le dices al portavoz que diga que si le reprueban su gestión se convertirá en un mártir de la lengua.

El agente de Pinkerton sale del despacho y empieza a hacer llamadas mientras piensa: ¡Y yo que me creí que estos eran los garantes de la transparencia!, en fin…

Y así ha sido, Compromís, la última pata del extinto tripartito de Alicante, se ha caído con otro contrato mal gestionado. A los alicantinos solo nos queda ver cómo los que daban lecciones y miraban por encima del hombro al resto reniegan de todo lo que habían prometido en cuanto los implicados son ellos. No hay que remontarse mucho más lejos cuando desde Compromís se pedía la dimisión de otra concejal por algo similar y por unas cantidades muy inferiores, pero ahora quieren seguir por encima del bien y del mal.

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