Antonio Asunción, en una imagen de archivo
Antonio Asunción, en una imagen de archivo - EFE
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Antonio Asunción, el exministro socialista que instauró la dispersión de presos de ETA

El político trató de volver a primera línea de la política con el PSPV, pero sus desavenencias con el partido propiciaron su acercamiento a Albert Rivera

VALENCIA Actualizado: Guardar
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Antonio Asunción, fallecido este sábado como consecuencia de una enfermedad detectada hace unas semanas, nació en la localidad valenciana de Manises en el 12 de julio de 1951. Inició su carrera en las filas del PSOE con solo 19 años y con 28 ya se había convertido en alcalde de su municipio, cargo que ocupó hasta 1983.

Durante los siguientes cuatro años fue presidente de la Diputación de Valencia, pero rápidamente dejaría la política provincial para dar el salto a la nacional. En 1987 fue designado Director General de Instituciones Penitenciarias, posteriormente Secretario General de Asuntos Penitenciarios .

En su haber tiene la política de dispersión de presos terroristas y un plan de construcción de nuevos centros penitenciarios.

También tuvo que hacer frente a una prolongada huelga de hambre de presos del GRAPO, que llevó a la muerte a uno de ellos, José Manuel Sevillano.

Su carrera llegaría a lo más álgido en 1993. El entonces ministro de Interior, José Luis Corcuera, dimitió después de que el Tribunal Constitucional tumbara algunos artículos de su proyecto estrella, la Ley de Seguridad Ciudadana. Le sustituyó Asunción, pero por un breve periodo de tiempo: únicamente cinco meses.

La causa fue la huida de la justicia del entonces director de la Guardia Civil, Luis Roldán, por el caso de los fondos reservados. El ministro de Interior asumió su responsabilidad política, lo que le costó la cartera y le puso en el centro de la diana de acusaciones como que había sido él quien aconsejó la fuga a Roldán. Nunca se pudo probar este hecho ni su desmentido.

Durante estos cinco meses al frente de Interior, remodeló este departamento y asumió el mando directo de la lucha antiterrorista, con la supresión de la Secretaría de Estado para la Seguridad. Tras la dimisión, ocupó su escaño en el Congreso de los Diputados hasta el final de la legislatura en 1996.

Se apartaba así por unos años de la primera línea de la política hasta que volvió en 1998, cuando se presentó a las primarias en el PSPV-PSOE para elegir candidato a la Generalitat Valenciana. Fue derrotado por el secretario general, Joan Romero, que obtuvo el 35% de los votos frente al 33% de Asunción.

Meses después, Romero dimitió como secretario general y candidato por sentirse poco apoyado por la Ejecutiva y en 1999 el PSPV aprobó la candidatura de Asunción para las autonómicas de junio. En estos comicios, el PP liderado por de Eduardo Zaplana tras el pacto con Unión Valenciana obtuvo mayoría absoluta y el socialista fue elegido diputado y nombrado portavoz en las Cortes Valencianas.

Abert Rivera y Antonio Asunción, durante la presentación de Movimiento Ciudadano
Abert Rivera y Antonio Asunción, durante la presentación de Movimiento Ciudadano - EFE

Pero tampoco duraría mucho debido a las guerras internas en el PSPV. En septiembre salía una ejecutiva dirigida por Joan Ignasi Pla y Joan Lerma pese a que él había encabezado la lista a la presidencia de la Generalitat. Su liderazgo en el partido no fraguó y decidió dimitir.

A partir de este momento se apartaría por completo de la política y se dedicaría durante diez años a su faceta de empresario. Pero en 2010 daría la sorpresa de tratar de convertirse de nuevo en candidato socialista en las elecciones autonómicas de 2011, para lo que tendría que enfrentarse en unas primarias al secretario general del partido, Jorge Alarte.

Llegó a presentar 3.246 avales para concurrir a los comicios, pero la Comisión de Garantías Electorales rechazó algunos y validó 2.926, un número insuficiente para disputar la candidatura a Alarte por falta de 275 firmas.

Este hecho supuso su ruptura con el PSOE, ya que Asunción cuestionó el proceso de primarias y habló de «pucherazo» y coacciones a militantes, por lo que en 2011 la dirección socialista le suspendió de militancia.

El alejamiento de su partido le llevó, sin embargo, a acercarse a otro cuya proyección era cada ves más visible. La plataforma Movimiento Ciudadano (germen de la expansión nacional de Ciudadanos) le «fichó» como uno de los protagonistas de su presentación en Valencia en 2013. Apoyó públicamente a Albert Rivera, pero la cosa no fue más allá.

Asunción desapareció de la escena pública desde entonces, aunque el pasado junio el exministro volvió a ser noticia al ser imputado por la Audiencia Nacional por la venta de su participación en una piscifactoría al Banco de Valencia. Los supuestos delitos que se le imputaban eran administración fraudulenta y apropiación indebida. Él acusó a los exgestores del Banco Valencia de «hundir» su empresa.

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