ERC y Junts cortejan a la CUP, que debate en asamblea si exige presidir el Parlament

La formación antisistema analiza la estrategia a seguir esta legislatura para romper el marco legal

La candidata de la CUP a la Presidencia de la Generalitat, Dolors Sabater EP

Daniel Tercero

El apoyo de la CUP se ha convertido en el tema principal de las negociaciones de ERC y Junts con los antisistema para que estos respalden el próximo Govern catalán o se incorporen a él. La normalización de la formación que presentó a Dolors Sabater como candidata a la Generalitat de Cataluña en las elecciones del 14 de febrero es total. Hasta tal punto que los antisistema se plantean si dar un paso más y exigir, como contraprestación a su apoyo al nuevo Govern catalán, la presidencia del Parlamento autonómico del parque de la Ciudadela.

Este miércoles, representantes de Junts y la CUP volvieron a reunirse, tras un primer encuentro la semana pasada. Aunque las diferencias ideológicas entre ambos partidos son muchas, lo que hace muy difícil, en estos momentos, la incorporación de la CUP a un ejecutivo con Junts, la realidad es que les unen diversos puntos en relación al independentismo y en la manera de afrontar su reivindicación para saltarse el marco autonómico y constitucional . El objetivo es, tal y como señalaron desde Junts en una breve nota tras el encuentro, conseguir «un acuerdo de legislatura», que daría estabilidad teóricamente pues consolidaría los 74 escaños independentistas.

Por su parte, la CUP , predispuesta al acuerdo tras nueve años de presencia en la Cámara legislativa catalana, aseguró, en un comunicado, que en la reunión con Junts había criticado «el papel de la Consejería de Interior» -en manos de la formación que lidera Laura Borràs-, en referencia a su gestión política sobre los Mossos d’Esquadra, y que trasladó lo que considera «la emergencia de frenar la represión contra las movilizaciones y establecer medidas de choque que paren esta dinámica». La CUP exige «un giro de 180 grados en este ámbito».

En cualquier caso, a la espera de ver cómo evoluciona el posible acuerdo de legislatura a tres bandas, aunque ERC mantiene reuniones con En Comú Podem pues los de Pere Aragonès siguen con la esperanza de conseguir un «gobierno amplio» en el que al tripartito independentista se puedan sumar los comunes, la CUP está consultando a sus bases -a lo largo de esta semana- si ha llegado el momento de tener responsabilidades institucionales, como la de presidir el Parlamento catalán.

Trece «asambleas abiertas» debaten un documento que, además de analizar el resultado electoral, que sitúa a la CUP como la única fuerza secesionista que subió en porcentaje de votos, pregunta a la militancia por la nueva estrategia para romper el marco legal. Así, se plantea que: «¿En qué grado debería asumir responsabilidades en clave institucional la CUP y en función de qué acuerdos?» y «De acuerdo con la nueva correlación de fuerzas, ¿deberíamos plantear la asunción de la presidencia de la Mesa del Parlament?».

Este paso de la CUP podría suponer un inconveniente para el acuerdo de ERC y Junts, que se da por descontado, pues hasta la fecha la formación que ganaba en su pulso particular se hacía con la presidencia de la Generalitat y el segundo, con la del Parlamento autonómico. La exigencia de la CUP perjudicaría, a priori, a Junts. Ayer, Sergi Sabrià, uno de los negociadores de ERC, aseguró que están «dispuestos a hablar de todo». Meritxell Budó y Borràs suenan como posibles relevos de Roger Torrent (ERC).

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación