Un damnificado del 155 y mano derecha de Forn en el 1-O, al frente de la policía catalana
Pere Ferrer toma el mando de la policía autonómica en vísperas del aniversario de la consulta y la sentencia del «procés»
La llegada a los máximos mandos de los Mossos d'Esquadra de Pere Ferrer, después de la dimisión de Andreu Martínez y en vísperas de la conmemoración del 1-O y la sentencia a los líderes del "procés" ha causado un importante revuelo en el seno del cuerpo autonómico catalán. Ferrer era hasta ahora mano derecha y jefe del gabinete del consejero de Interior, Miquel Buch , aunque antes ya estuvo en el mismo cargo mientras al frente del departamente estaban Quim Forn y, todavía antes, Jordi Jané, que marchó antes del otoño de 2017 en desacuerdo con la derrota política de la Generalitat.
Ferrer, de hecho, podría considerarse un hombre del PDECat. Ya ejerció cargos de la entonces Convergència durante su último gobierno en el Ayuntamiento de Barcelona, entre 2011 y 2015 bajo la alcaldía de Xavier Trias . En esa época, en la que Forn era el concejal municipal de Seguridad, Ferrer fue jefe de gabinete del área de Movilidad, adiscrita a la misma área.
Más adelante dio el salto a la Generalitat, en un momento en que su entrada, junto con la de otros históricos de la formación , se entendió como una recolocación de miembros qtras la pérdida de alcaldías del PDECat en las municipales.
Licenciado en Ciencias Ambientales, el nuevo director general de los Mossos figura, además, en el listado publicado de personalidades que han visitado a los presos del 1-O en la prisión de Lledoners (Barcelona). A la reunión con los líderes del "procés", llegó el 3 de agosto de 2018 con Damià Calvet, entonces ya consejero de Territorio, y Roger Rosich Balcells, uno de los asesores de la Generalitat. Ese mismo día, solo unos minutos después de la llegada de Ferrer Sastre accedieron a la prisión Xavier Vendrell y Joan Puigcercós, ambos de ERC, y Míriam Nogueras y David Bonheví, en este caso del PDECat.
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