Uno de los peculiares diseños que pueden verse en la expoisición
Uno de los peculiares diseños que pueden verse en la expoisición - ABC

Juli Capella: «Sin el diseño la gastronomía no existiría»

El Museo del Diseño de Barcelona acoge la exposición «Tapas. Spanish Design For Food»

BARCELONA Actualizado: Guardar
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No hay nada más español que las Tapas con mayúscula. La exposición «Tapas. Spanish Design for food», que empezó en Tokio en 2013, y que llega estos días al Museo del Diseño de Barcelona explica la interacción entre el diseño y la gastronomía.

«Sin el diseño la gastronomía no existiría», sentencia el comisario Juli Capella que ha estudiado con mimo más de doscientos productos y objetos que rodean a algo tan cotidiano como la comida. «Elegimos el cortador de jamón para empezar el recorrido y lo hemos acompañado de unos jamones anticrisis de plástico que diseñé hace unos años para enviar a mis clientes cuando la crisis pegaba fuerte. Es curioso porque en muchos países ven este artilugio como un instrumento de tortura; otra curiosidad es que sólo se fabrica en España».

El jamonero tiene impronta española pero el Minipimer y el Citromatic, diseños ambos de Gabriel Lluelles, han dado la vuelta al mundo sin reconocerles su país de origen. A ellos se suma la olla exprés de José Alix Martínez o la elegantísima aceitera antigoteo de Rafael Marquina.

El Chupa Chups de Enric Bernat

Si viajamos a 1958 descubrimos que el Chupa Chups fue creación del empresario catalán Enric Bernat y que el logotipo es obra de Salvador Dalí. Más difícil es poner fecha del invento de la paella, sartén especial para preparar la paella. «No queremos poner fechas sino subrayar la importancia del “spanish design”», destaca Capella.

«También exponemos algunos objetos que no se han comercializado pero que son curiosos como “Migas-Pájaros” de Curro Claret que propone un tipo de reciclaje muy curioso. Al cortar el pan, las migas caen a un embudo y de ahí una manguera las lleva al exterior, a un comedero para los pájaros libres». Y otros que han muerto de éxito y que se venden en todo el mundo como el estuche de vapor de la marca española Lékué.

Los cocineros son los grandes gurús y muchos de ellos han colaborado directamente con diseñadores. Hay muchos ejemplos pero el más «fashion» es la vajilla multisensorial que reaccionan al contacto con la comida y emiten sonidos, esta propuesta tan radical nace del tándem de Juan Mari Arzak y Jon Rodríguez con Philips.

La muestra tiene cabida para el diseño de restaurantes tan espectaculares como Les Cols de Olot o la arquitectura de bodegas como Marqués de Riscal de Frank Gehry en Elciego. Este sector va in crescendo y no tiene límites.

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