Cristina García Rodero, cuarenta y cinco días entre las mujeres de Anantapur

La fotógrafa Cristina García Rodero (Puertollano, 1949) recibió el encargo de reflejar la vida cotidiana de las mujeres que viven en Anantapur, una de las zonas más pobres de la India. Y así lo hizo. Viajó con su maleta y sus cámaras de la mano de la Fundación Obra Social La Caixa y la Fundación Vicente Ferrer.

«Cuando llegué me encontré una ciudad horrible, unas carreteras malas y todo me pareció difícil –reconoce abiertamente García Rodero-. Pero poco a poco, con la ayuda de la gente que trabaja en la Fundación Vicente Ferrer, fui descubriendo a sus gentes y sus historias».

Conoció a una mujer que padecía polio y que se arrastraba por el suelo, se acercó a las mujeres maltratadas, a las viudas que son repudiadas y en muchos casos entran en la prostitución, a las mujeres que ven cómo su gozo se desvanece cuando les dicen que esperan una hija y no hijo, y convivió codo a codo con los voluntarios que entregan sus vidas a esta labor humanitaria.

«Tenía el encargo de reflejar la vida de las mujeres y he querido hablar de los problemas a los que se enfrenta cada día pero sin pasar por alto los contrastes de sus paisajes».

Sesenta mil fotografías

De las sesenta mil fotos que disparó ha elegido para la portada del catálogo la de una novia que guarda entre sus manos un paño con arroz como símbolo de que estará bien alimentada. «Acompañé a varios novios en la ceremonia de sus bodas, fue una experiencia única», añade García Rodero que también visitó hospitales, centros de acogidas de mujeres maltratadas y escuelas que promueve la Fundación Vicente Ferrer.

Aterrizó en España tan impresionada que todavía se emociona cuando lo cuenta. «Un dato escalofriante es que no muestran las ecografías a las madres durante la gestación de su bebé para que no aborten tras saber que esperan una niña».

Las palabras de Jordi Folgado, de la Fundación Vicente Ferrer, ensalzan este trabajo de García Rodero que estará expuesto en la entrada de CaixaForum Barcelona hasta el 8 de enero: «Son fotos que transmiten sentimientos, son fotos que pueden sensibilizar a la sociedad. Entre todos tenemos el derecho y la obligación de hacer un mundo mejor».