Barcelona da marcha atrás a la reforma de las escuelas de música

El Ayuntamiento de Barcelona se ha visto obligado a frenar el plan de reestructuración de las escuelas municipales de música que presentó como inminente la semana pasada. La medida preveía que estos centros pasaran a impartir también danza y teatro, sin concretar ni en qué espacios ni con qué profesorado, y reduciendo en tiempo para clases individuales.

El anuncio sorprendió al sector de la enseñanza musical porque se hizo sin previo aviso, al presentar el pliego de condiciones que debían cumplir las empresas concesionarias de la gestión de tres de las cinco escuelas municipales de la ciudad.

Tras numerosas protestas de los centros afectados, profesores y alumnos, el teniente de alcalde de Cultura y Educación, Joan Subirats, cedió ayer y mandó una carta a los directores de las escuelas afectadas. En ella, se compromete a abrir «un espacio de diálogo con todos los actores afectados» y para ello prorroga durante un año las concesiones actuales. «Fruto de este diálogo», afirma Subirats en la misiva, se elaborará un nuevo pliegue de condiciones a finales de año para que lo acordado se pueda implementar a partir del curso 21-22.

Desde el sector se ve con esperanza esta prórroga de un año, tras una movilización que en pocos días ha recogido cerca de 5.000 firmas en la plataforma change.org. El principal argumento de esta oposición es que el cambio habría comportado una «reducción de la calidad de la enseñanza, disminuyendo las opciones de acceso a estudios musicales de nivel profesional».

En el momento de la presentación, el propio Subirats justificó la falta de diálogo afirmando que la ley prohíbe anticipar cambios en las cláusulas a los actuales concesionarios, para garantizar la igualdad de condiciones en el acceso a la información