TMB analizará 26 estaciones del Metro de Barcelona para descartar la presencia de amianto

La dirección de la compañía, confiada en que las pruebas ambientales no lo detectarán, quiere despejar toda sospecha

Detalle de un convoy del Metro INÉS BAUCELLS

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Más mediciones para intentar atajar la problemática por la presencia de amianto en la red de Metro de Barcelona. Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) junto con un grupo de expertos coordinados por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) elaborarán análisis ambientales para confirmar que no existen fibras de amianto en el suburbano . En concreto, se tomarán muestras sólidas y ambientales en túneles y en 26 estaciones del suburbano , señaladas por expertos higienistas en base a su posible riesgo.

La dirección de TMB, que ayer expuso ante periodistas sus planes de actuación ante estas partículas, defendió que las 200 pruebas tomadas hasta el momento en estaciones y túneles no han detectado tal presencia. Las nuevas mediciones se harán con técnicas de microscopia óptica y a la vez electrónica, mucho más precisa, «no porque exista una alarma, sino para que no pueda quedar sospecha» , reiteró su consejero delegado, Enric Cañas.

La dirección insiste en que se está haciendo todo lo posible para garantizar la transparencia y la máxima seguridad. En esta línea, como recuerdan sus responsables, las actuaciones para eliminar el amianto del Metro se habían realizado hace años y cuando el año pasado se confirmó que la pintura bituminosa «antiruido» también tenía un componente con amianto se reactivaron los trabajos preventivas.

Tres inventarios

Así, ahora se están realizando tres inventarios –sobre el material móvil, las instalaciones y sobre los fibrocementos– para actualizar los puntos con posible riesgo. El análisis sobre material móvil, que chequea los trenes, ha detectado por el momento amianto en 94 de los 210 coches de los trenes más antiguos que circulan por Barcelona. Todos ellos corresponden a las series 3000 y 4000, usados en las Líneas 1 y 3 y TMBprevé sustituirlos en un plazo máximo de cuatro años. El inventario estará acabado en junio.

Paralelamente, se están estudiando las instalaciones en las que puede haber pintura bituminosa, un segundo inventario que se prevé acabado en septiembre. Finalmente, TMB está analizando la presencia de fibrocemento –la conocida uralita– en tuberías y techos de Metro. El listado con su presencia estará listo en mayo y, aunque la dirección lleva años actuando –se han eliminado ya más de 5.000 metros cuadrados–, se confía en haberlo retirado casi por completo en un plazo de cuatro años.

Por otro lado, TMB está efectuando una revisión específica a 1.064 empleados en activo que han podido estar expuestos directa o indirectamente al amianto en sus puestos de mantenimiento. 397 de ellos ya tienen resultados y 22 presentan alteraciones –19 con engrosamientos pleurales, dos placas pleurales y una tercera no calcificada–. Al margen de estos casos, hay otros dos más en observación por posibles dolencias compatibles con una enfermedad profesional. Además, TMB ha abierto el programa preventivo a 418 empleados jubilados. Se espera que a finales de año se hayan acabado las pruebas.

Por otro lado, la dirección negó tener constancia de los recientes casos denunciados por el comité de empresa de una muerte y una asbestosis por culpa del amianto en el Metro. Dos historias que, junto con la gestión del problema, indignan al comité y pueden llevar a una nueva tanda de paros , que podrían concretar este jueves.

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