Tres décadas para identificar a Evi Anna Rauter

Un cambio de canal, tras una investigación periodística de dos años, permite poner nombre a la joven que apareció ahorcada en un pino de Portbou el 4 de septiembre de 1990

El programa 'Crims' identifica a la joven que apareció ahorcada en Portbou 32 años después

Evi Anna Rauter, la joven que apareció ahorcada en Portbou en 1990 'CRIMS' (TV3)

Elena Burés

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Abril de 2022. Una mujer italiana viaja a Viena (Austria) de vacaciones. Después de cenar, enciende la televisión y se dispone a ver una película, pero el film la aburre, cambia de canal y sintoniza entonces un programa sobre casos sin resolver . Un gesto tan sencillo, el de coger el mando y apretar un botón, es el que ha puesto fin a 32 años de incógnita, al permitir –a falta de la identificación oficial– poner nombre a la joven que el 4 de septiembre de 1990 apareció colgada de un pino de Portbou (Gerona): Evi Anna Rauter .

Había desaparecido 20 horas antes en Florencia , donde pasaba unos días en el apartamento de su hermana. Su intención era pasar el día en Siena –a una hora en tren–, pero no regresó. La familia interpuso una denuncia, pero no volvió a saber nada de ella hasta que la mujer tras la pantalla reconoció su rostro, más de tres décadas después.

Para llegar a ese sencillo gesto, un fortuito cambio de canal, han hecho falta dos años de investigación periodística. Un trabajo del programa 'Crims' de TV3, con Carles Porta a la cabeza, en colaboración con un canal austríaco, que ha permitido que la Fiscalía de Italia abra una investigación para determinar si la muerte de la joven de 19 años fue o no un suicidio , hipótesis que tanto la Guardia Civil como el forense avalaron desde un principio. Y algo todavía más importante, que la familia de la joven de Lana (Bolzano, Italia) pueda comenzar su duelo.

«Están muy agradecidos, pero también muy preocupados porque no entienden nada. No entienden que no funcionase la conexión entre la Policía italiana y la española; que nadie se diese cuenta de que aquella chica era su hija y tampoco entra en sus cálculos que se pudiese suicidar. Creen que algo pasó», explica Porta a ABC.

Es difícil de entender, y no solo para los allegados de la fallecida, ya que una serie de circunstancias impidieron esclarecer la identidad de la joven y ahora parece que también, las causas de la muerte .

El forense no acudió al levantamiento del cadáver y, tres décadas después, ha admitido, tras ver varias fotografías, que por la posición en que se localizó pudieron intervenir «al menos dos personas para ayudarla» a colgarse. Aquella noche, a unos 50 metros del pino donde apareció el cuerpo de la joven, habían acampado seis chicos austríacos, que no supieron decir de dónde venían. Negaron haber visto o escuchado algo y, tras ser interrogados, se marcharon.

Quien sí escuchó llorar a una chica y la pelea entre unos jóvenes fue Carmina, que vive enfrente del árbol. Al despertar, vio el cuerpo ahorcado. No dijo nada entonces –tampoco nadie le preguntó, asegura–, y ahora, con 92 años, ha decidido contarlo. Por su parte, uno de los turistas austríacos mantiene su versión. «Estábamos de paso con unos amigos con los que llegamos en furgoneta», explicó al programa de Porta. Eso sí, apuntó no recordar de dónde venían.

«La joven era de un pueblo de Italia muy cerca de la frontera austríaca. Cabe la posibilidad no descartable de que los hubiera conocido o tuviera algún tipo de relación con ellos. Es un elemento más», indica a este diario el inspector de la Policía Nacional Rafael Jiménez. Aunque no participó en el caso, escribió una novela inspirada en éste, 'La novia ahorcada en el país viento', al cumplirse 25 años del suceso, siendo todavía un misterio la identidad de la chica. Ahora, ya resuelto –a la espera de que la Benemérita certifique que es Evi–, recuerda que en su libro bautizó a la protagonista como en realidad se llama su hermana: Christine.

Investigación

Los crímenes en España prescriben a los 20 años. El caso de Evi ya lo estaría, pero no en Austria, donde los homicidios no prescriben –tampoco si los comete en otro territorio alguno de sus ciudadanos–, ni en Italia, donde se persiguen sin caducidad aquellos delitos que comportan cadena perpetua.

Ahora la Fiscalía italiana se ha marcado un plazo de seis meses para indagar sobre lo ocurrido, o sino lo archivarán. Todo ello, tras la repercusión mediática del trabajo periodístico. «Cuando acudimos a la comisaría de Florencia donde se había presentado la denuncia por la desaparición nos dijeron que era un caso antiguo y que no tenían nada que hacer», recuerda Porta.

En el aire, varias incógnitas. La principal, la que plantea el forense: si la posición en que apareció ahorcada la joven es compatible con un suicidio. También, el origen del viaje de los seis austríacos. «Por mucho tiempo que haya pasado, si te despierta la Guardia Civil y ves a una chica colgada, ¿no te acuerdas de dónde venías?», cuestiona el periodista, que apunta: «Confiamos en que el trabajo que no se hizo en 1990, se haga ahora».

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