Torra fracasa en la gestión del Covid, aun teniendo competencias

El presidente lanza un ultimátum de diez días a la población o baraja medidas más estrictas

Cerca de 400 personas asistieron a la misa EFE

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«Tomaré las decisiones que haga falta sin que me tiemble el pulso. No me doblegará ninguna presión ni ningún lobby si nuestros expertos nos piden tomar las decisiones más duras». Con una intervención a modo de alerta e intentando acallar las voces que critican la gestión del Covid-19 por parte de la Generalitat , una vez recuperó las competencias que tanto habían exigido sus responsables durante el estado de alarma, el presidente catalán, Quim Torra, compareció ayer para suplicar un «un gran esfuerzo» a la ciudadanía para colaborar en la contención de los contagios en Cataluña.

El presidente, que compareció únicamente junto al nuevo secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, y no con la consejera de Salud, Alba Vergés (ERC), hizo un contundente discurso en el que habló de una «situación crítica» por el estado actual del virus. Las cifras avalan la preocupación: ayer el departamento de Salud notificó 724 casos más y tres fallecidos y las hospitalizaciones por el virus siguen subiendo. Los datos llegan ahora que Torra puede implantar las políticas que tanto echó en falta del Gobierno central durante el estado de alarma: entonces sus responsables llegaron a decir que en una Cataluña independiente habrían habido menos fallecidos.

Ayer Torra avisó, a modo de ultimátum, de que venían «los diez días más importantes del verano» y de que de no frenarse la tendencia al alza de casos y no cumplir los ciudadanos con su responsabilidad individual y social en la pandemia «ya sabemos cuál será la próxima determinación que vendrá», en alusión a medidas todavía más drásticas, como un nuevo confinamiento.

Además, Torra apuntó directamente a los jóvenes y les recordó que a día de hoy «un botellón no es una fiesta: es un acto de insolidaridad». Por si esto fuera poco, el presidente animó al consejero de Interior, Miquel Buch, máximo jefe de los Mossos d’Esquadra, y a los alcaldes metropolitanos que apliquen «con severidad» las sanciones por incumplir las restricciones decretadas. Obvió que estos últimos, hace escasos dos días, le exigieron más efectivos para poder asumir la carga de trabajo que tenían estos días.

Bienvenidos turistas

De la comparecencia de Torra destacó también el hecho de que a la vez que insistió en la importancia minimizar la actividad social a los autóctonos dedicó tiempo a clamar -en inglés y dirigido a los potenciales visitantes extranjeros- que Cataluña es un destino turístico responsable. Este doble llamamiento, que ya hace días que proclama el Govern, es uno de los que está provocando más quejas entre ciudadanos y administraciones locales, con las que las últimas semanas la Generalitat ha tenido encontronazos.

Especialmente han ido surgiendo a medida que el comité técnico del Procicat ha ido adoptando medidas preventivas, como las restricciones en el área metropolitana, que generalizaron los cierres en determinadas actividades -independientemente de los protocolos de seguridad que cada uno de sus propietarios haya adoptado-. Entre los afectados están los cines o discotecas y ocio nocturno, que precisamente ayer anunciaron que recurrirían sus cierres ante la justicia.

No menos confusa fue la recomendación, que no obligación, del Ejecutivo Torra de hace diez días de pedir a los ciudadanos que salieran de casa «solo para lo estrictamente necesario» y que incluso evitaran las segundas residencias. Esta enésima confusión creada, tras meses de episodios contradictorios con órdenes de confinamientos, llevó a los alcaldes metropolitanos a alzar la voz para exigir claridad. Este mismo sábado, los ediles volvieron a reclamar una comparecencia «al máximo nivel», como defendió Ada Colau. Tanto las palabras de ayer del presidente como la agenda que cuadró -con encuentros sectoriales con hospitales catalanes, hosteleros y restauradores y empresarios- parecieron un intento de zanjar las quejas acumuladas.

Por otro lado, también ayer, Torra exigió al Gobierno que transfiera a la Generalitat unos 30.000 millones de euros que, según cálculos del gobierno autonómico, son los que le «corresponde» de los fondos europeos de reactivación de la economía. En apenas dos meses la cifra ha pasado de 4.000 millones de euros (reivindicados el 17 de mayo) a los 30.000 millones de este lunes, pasando por los 15.000 millones de euros que el 15 de junio.

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