Sueldos profesores

Profesores asociados de la UB rompen su silencio y enseñan en las redes sus sueldos inferiores a 500 euros

Este diario desveló en mayo de 2017 esta situación, que afecta, aunque en menor medida, a otras universidades catalanas y españolas

Fachada de la sede principal de la Universidad de Barcelona INÉS BAUCELLS

E. ARMORA

Universidades de excelencia como la de Barcelona (UB), que en los últimos años han liderado los rankings internacionales de calidad académica, arrastran el lastre de unas plantillas precarizadas con sueldos que, tal y como denunció ABC en su edición del 29 de mayo de 2017, no superan los 500 euros mensuales. Ahora, varios profesores asociados de este centro han decidido salir del armario y han colgado sus hojas de salario en sus respectivas cuentas de Twitter. La mayoría no cobra el medio millar de euros mensuales lo que les impide acceder a una vivienda y, según denuncian, «una vida digna».

«442,80 euros vergonzosos»

«Comparto con vosotros mi nómina, aquí tenéis la remuneración, 442,80 euros vergonzosos», señala en su cuenta la docente de la facultad de educación Isabel Boj Cullel. Gloria Arbonés, también de la Facultad de Educación, ha colgado en la misma red social su nómina, que refleja una remuneración de «448,50 vergonzosos euros», ha denunciado.

Otra de las profesoras de la misma facultad que ha colgado su remuneración mensual es Gemma Sebares, que escribe, en tono de queja, «... y con sueldos de 459,90 euros». Las nóminas de las tres profesoras asociadas se desglosan en tres conceptos: suelo base de 472,62 euros, complementos del lugar de trabajo que ascienden a 83,80 euros, y trienios que son 13,55 euros. A estos conceptos, se les deben restar las cuotas de contingencias comunes, de desocupación, de formación profesional y el descuento correspondiente de IRPF.

Acompañados por los hastags #UniversitatPublicaPrecaritzada y #ProuPrecarietatDocentUB , las docentes denuncian que el «77 por ciento del profesorado de la Facultad de Educación es asociado».

La figura del profesor asociado «queda totalmente desvirtuada» y la «calidad de la enseñanza también», ha denunciado a Efe una profesora asociada de la UB, que prefiere mantener el anonimato. Esta docente ha explicado que el profesor asociado «está pensado para aportar a los alumnos una visión más próxima al mundo laboral, pero en la práctica se trata de docentes que acaban desarrollando tareas más estructurales y con mayor dedicación horaria debido a la falta de reposición cuando un profesor titular se jubila».

Fraude de ley

En este sentido, otra docente, Laia Cutillas asegura en su cuenta de Twitter que «la UB (entre otras) comete fraude de ley encadenando contratos anuales para cubrir plazas estructurales».

Por su parte, la cuenta de Twitter AssembleaEducacióUB, una agrupación de maestros de diferentes facultades creada para defender los derechos del colectivo docente universitario y del sistema de educación, ha recordado que en las universidades han llegado «a una situación insostenible cimentada en la explotación docente por la preversión de la figura asociada» y añaden que no se puede «mantener una Universidad de Barcelona con el 74 por ciento de personal no premanente».

Una tendencia generalizada

Tal como de denunció este diario, entre los años 2011 y 2015, coincidiendo con su repunte en los tops académicos mundiales, las plantillas docentes de los campus más bien posicionados de España se han precarizado. Los contratos a tiempo completo (catedráticos, lectores y agregados) han disminuido o se han estancado, mientras que los de tiempo parcial, especialmente los de los profesores asociados, que ocupan los últimos puestos en la escala salarial, se han disparado.

En la UB, una de las universidades que lidera desde hace años los primeros puestos en excelencia científica y académica –la única española incluida entre las 200 mejores del mundo, según el Academic Ranquing of World Universities (ARWU)– los profesores asociados aumentaron hasta un 44 por ciento entre 2010 y 2015, frente a una caída del 11,8 por ciento del Personal Docente y de Investigación (PDI) con vinculación permanente, según datos facilitados por la universidad. En base a las citadas estadísticas, en 2016, los asociados suponían un 47, 9 por ciento (2.649 frente a un total de 5.529 profesores) de la plantilla de personal docente de la universidad, y en 2015 un 44.5 por ciento de los trabajadores, casi la mitad. Los contratos de asociados también se han disparado en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) en este último lustro.

Casi la mitad de la plantilla, en 2015

En 2015, representaban casi la mitad de la plantilla docente (un 48,5 por ciento frente al 18,8 por ciento de 2012) y en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona (UPF), donde en 2009 llegaron a representar el 72,2 por ciento de la plantilla. En la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), otra de las españolas mejor posicionadas, en el curso 2010-2011, el profesorado asociado suponía el 54 por ciento del total del PDI, aunque con el paso de los años este impacto se ha reducido estabilizándose en cerca del 30 por ciento de los contratos, según datos facilitados a ABC por los respectivos centros.

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