CATALUÑA

La pareja del pantano fue asesinada y lastrada con piedras

Los cuerpos estaban desnudos y presentaban lesiones en apariencia de distinto tipo de armas

Efectivos policiales y judiciales, anteayer tras encontrar los cuerpos en el pantano EFE

CRUZ MORCILLO / ANNA CABEZA

Marc y Paula aún no tienen nombre en el Instituto de Medicina Legal de Gerona, adonde fueron trasladados los dos cuerpos hallados el martes en el pantano de Susqueda, pero sí se sabe que ambos fueron asesinados. Los cadáveres –que el agua devolvió un mes después de tragárselos– estaban desnudos y lastrados con piedras a la espalda (al menos el de él con una mochila) y presentaban otras lesiones aparentes en la primera inspección ocular que la autopsia debe confirmar.

La mujer tenía un golpe en la cabeza provocado en apariencia con un objeto contundente y, según algunas fuentes, su novio tenía heridas en el pecho compatibles con el uso de un arma blanca. No obstante, el efecto del agua en cuerpos sumergidos es un elemento distorsionador en las apreciaciones a simple vista, de ahí la importancia de esperar el resultado de las necropsias.

Los forenses tendrán que determinar si el golpe de Paula fue provocado antes de caer al agua o se lo causó al darse con una roca cuando arrojaron su cuerpo. También si lo que parecían ataduras en torno a las muñecas de Marc eran tales o jirones enganchados.

Todo son incógnitas. En sentido estricto incluso que se trate de los dos jóvenes novios que desaparecieron el pasado 24 de agosto cuando decidieron irse a practicar con su kayak en el impresionante y aislado pantano de Gerona. Los Mossos d’Esquadra tienen la certeza de que son Marc Hernández, de 23 años, y Paula Mas, de 21, a los que no han dejado de buscar en los últimos 33 días , pero hay que cotejar sus huellas y si éstas no estuvieran en buen estado habría que recurrir a su ficha dental.

Una camarera

La secuencia de este doble crimen, que ha sacudido a la comarca del Maresme donde vivía la pareja, es la siguiente. El 24 de agosto salen de sus casas –él de Arenys de Munt y ella de Cabrils– para pasar unos días de vacaciones en el pantano de Susqueda. Esa mañana sacan dinero de un cajero y toman un refrigerio en el bar La Parada, a diez kilómetros del pantano. La camarera de ese bar es la última persona que los ve con vida:tranquilos, felices y relajados. Los investigadores no han hallado en este angustioso mes ni un elemento discordante en sus vidas que se pueda relacionar con el final de la pareja. Él estudiaba Ingeniería Forestal y ella trabajaba en una pizzería.

Desde el bar se dirigen al embalse en el Opel Zafira de Paula. Dos días después aparece el kayak que llevaban pinchado y semihundido: le habían colocado piedras. La búsqueda en las aguas oscuras y profundas del enorme pantano se intensifica, palmo a palmo. Los buzos se emplean a fondo, palpando y hundiéndose una y otra vez. El 28 de agosto, los malos presagios aumentan: encuentran el coche de la pareja, no muy lejos de la balsa pero sumergido, a siete metros de profundidad. En el interior, otra piedra, en teoría para mantener el acelerador pisado y que el coche se sumergiera . Había unas notas, una especie de diario en el que Paula registraba su día a día, otro signo de que el asesino o asesinos los sorprendió.

Piedras y más piedras

La unidad subacuática de la Policía autonómica siguió los rastreos esporádicos y definidos en una superficIe enorme y difícil de peinar. El martes hallaron los dos cuerpos con signos evidentes de violencia, que la autopsia concretará. Tardaron varias horas en poder rescatarlos debido al delicado estado al cabo de un mes sumergidos. Las piedras volvieron a aparecer; esta vez en una mochila cargada a la espalda de Marc. De momento, es el elemento aglutinador, escaso sin duda, pero que evidencia un afán de lastrar y ocultar todo lo que tuviera que ver con las víctimas. «Es mucho trabajo para una sola persona», señalan las fuentes consultadas por ABC.

Muchas de las respuestas las tienen ahora los forenses, por ejemplo, qué tipo de agresiones sufrió la pareja, si se emplearon distintos tipos de armas y si pudo existir algún móvil sexual y quedó huella del mismo.

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